La trama parece bastante común y revisitada: una esposa joven, Margot, que siente un indefinible vacío en su vida y que comienza un romance - con objetivos no claros - con un vecino. Todo evoluciona bien porque el cast es más que simpático y las escenas, los diálogos y la atmósfera entera de la película son livianos y chispiantes.
Además, podrán ver bastante Toronto en verano. Los barrios antiguos, especialmente el barrio portugués (donde se centra el filme), pero también otras partes bien típicas como la calle Queen West, la zona de las playas y el mercado Kesington. Una imagen del Toronto caluroso y húmedo que se ve y se conoce poco.
En fin, una película que vale la pena ver. No es un dramón profundo, ni una comedia donde se reirán a carcajadas, todo (casi todo) es muy sutil - ¿canadiense? - pero es agradable, romántica - sin ser cheesy - y llena de color, luz y aire. Recomendada.