Después de leer algunas reseñas de 'El linchamiento' de FJL, en particular tras leer la última reseña de amigo que le hace César Vidal, me acuerdo de un articulito que apareció estas navidades en La Voz de Galicia. La cosa pasó por alto, pues La Voz, aunque es con diferencia el diario más leído de Galicia, no tiene mucha repercusión más allá de Los Ancares.
Pero aún así, traigo aquí ese articulo titulado "Jiménez Losantos explota la emisora municipal de A Pobra do Brollón, gobernada por el BNG", para regocijo de los lectores no galaicos. Como veréis, está perlado de lo que mi paisano-presidente calificaría de 'inshidiash'. Esto no tiene mayor importancia, salvo por el hecho de que no tenga importancia que en una noticia florezcan adjetivos calificativos. Es decir, asumimos como algo "normal" las pullas dirigidas contra grupos concretos. En este caso, contra esRadio.
Cuando me encuentro una noticia tan inquisitorial, no dejo de preguntarme el por qué. A cuento de qué viene esto. Cosa distinta ocurriría si se tratara de un artículo de opinión, ahí que cada cual escriba lo que le parezca. Pero si se trata de una noticia (y tanto en la versión en papel como en la web esto aparece como noticia), que señala y enseña los dientes, aunque sean de leche, no puedo sino preguntarme hasta qué punto la labor informativa en este país sufre la degradación propia de la trinchera política.
En el artículo se leen cosas como: "orientación marcadamente derechista", "altavoz para los mensajes altamente politizados", "cambiar la música por el verbo afilado de Losantos", "que esRadio sea tan de derechas como dicen". Al menos en Salem tiraban a las brujas al río a ver si flotaban, hoy, los inquisidores juntan cuatro letras para mantener el nivel de tensión. ¿A quién beneficia esta tensión? ¿Se venderán más periódicos? En el caso de La Voz, lo dudo, pues la línea editorial suele seguir lo que marca la Xunta, su mayor cliente gobierne quien gobierne.
Otra lectura, sobre por qué aparece esto como "noticia", se encierra en la insistencia de que el ayuntamiento mencionado esté en manos del BNG. Como si alguien, de forma muy poco sutil, quisiera hacer algún tipo de relación entre la labor de gobierno y lo que se escucha en la emisora municipal. Como si lo normal fuera que las emisoras en concesión privada estuvieran obligadas a hacer seguidismo del poder local. Esto me parece incluso más repugnante.
Nunca alcanzaremos una cierta madurez democrática si no aprendemos a distinguir las opiniones de las noticias. Si lo embarullamos todo, al final acabaremos entendiéndonos por señas. Parece que hay mucho interés en que no nos entendamos y en que los medios de comunicación digan lo que el poder de turno quiere que digan. Una pena.