El ayuntamiento de Ronda va a ejercer un mayor control sobre los locales de ocio y bares para evitar la contaminación acústica, con el fin de que los vecinos no tengan que soportar ruidos molestos.
La policía local de Ronda destaca que el problema no es nuevo, ya que uno de las denuncias que más tienen que atender es precisamente las molestias generadas por ruidos. El Ayuntamiento ha instalado aparatos medidores de los decibelios en las calles, iniciativa pionera en España, para así poder tener un control y registro del impacto sonoro que realizan algunas establecimientos de ocio. También ejercerá un mayor control sobre los establecimientos, contratando empresas especializadas que realizaran los estudios sobre impacto medioambiental, así como las reformas y acondicionamientos necesarios para que los establecimientos causen las menos molestias posibles.
El municipio tiene claro la política a seguir y van hacer todo lo posible para que se cumpla la normativa existente, ordenanza del año 2003, ya que hasta la fecha según manifiesta los responsables municipales se ha sido demasiado permisivo en la aplicación de esta norma.
Los estudios de insonorización suelen estar en los seiscientos euros, luego la aplicación de las medidas correctoras depende del tamaño del local del ocio, si bien las cantidades pueden oscilar entre 6.000 euros para recintos pequeños y hasta 60.000 euros si los locales tienen espacios superiores a trescientos metros cuadrados.