A veces la vida nos obliga a parar, nunca ocurre cuándo queremos, ocurre cuando la vida quiere, cuando tiene que ocurrir. En ese momento no lo entendemos, pero sucede por algo... Nos proponemos metas, propósitos u obligaciones y no reparamos en el tiempo presente, siempre miramos hacia un futuro. Un futuro que a veces se presenta incierto, porque por muy claro que lo tengamos, la duda nos hace parar, pensar y recapacitar. Para bien o para mal, en algún momento tenemos que parar y darnos cuenta que ese momento futuro que habíamos pensado se ha convertido en el presente. Nos duele el pasado y a veces nos aferramos a él. Pero es inevitable la duda, porque es la única cosa que nos ayuda o nos frena. Y cuando decidimos arrancar, el miedo se apodera de nosotros, nos paraliza y nos invade. Pero, es precisamente ese miedo el que nos ayuda a avanzar. Ese miedo es el que nos hace sentirnos personas. Y en ese momento es cuando apreciamos todo lo bueno que tenemos y aprendemos a diferenciar todo aquello que nos sobra. Todos acabamos aprendiéndolo en algún momento de nuestras vidas, algunos incluso repetimos... En fin, a mí me llegó el momento, y la duda está haciendo de las suyas....Aunque en el fondo siempre lo tuve muy claro. Ahora una nueva oportunidad se abre ante mí y no lo veo como algo negativo, sino, como una nueva oportunidad que la vida me brinda. Soy consciente que nada está tal cual lo dejé, pues han pasado cinco años. Pero vuelvo a mi hogar, a despertar nuevos caminos. Sé que no será fácil, pero la vida es así... Cuando se cierra una puerta, se abre una ventana. Supongo que algo de mí se quedará en Tierra triste, pero la esencia vive en mí. Así que, nos vemos en el Sur !
Os dejo un video para mantener el optimismo, con un título muy apropiado en estos momentos para mí : Nueva vida .