RUMBO AL VELASQUISMO CHATARRA
Escrito por Eduardo Carranza Gazzani. (18-05-2013).
Primero fue el intento de estatizar Repsol. Como se creó una gran polémica y le llovieron toneladas de críticas al gobierno, Humala dio marcha atrás.
Ahora nos vienen con la ley de la comida chatarra. Si el problema es, según dicen los impulsores de esta ley, que la gente no sabe cómo y qué comer entonces hagan campañas educativas, pero de ninguna manera deben intervenir en la forma como estas empresas deben hacer la publicidad de sus productos.
Lo curioso de esta ley es que solo afecta a las grandes marcas establecidas, que producen alimentos envasados, así como a las que se dedican al negocio de comida rápida.
¿Pero y la gran cantidad de pequeños restaurantes sobre los cuales no hay ningún control efectivo? ¿Y el ejército de pequeños comerciantes que ofrecen sus productos en carretillas (salchipapas, hamburguesas, churros, picarones etc.) y que fríen los alimentos con aceite reutilizado innumerables veces? ¿Acaso el gobierno los va a erradicar?
Ya estoy viendo venir la gran marcha de los fritangueros, luchando por la “libertad de colesterol” o gritando lemas como, “Las grasas unidas jamás serán vencidas” o “Que vivan los triglicéridos armados”.
También está la nueva ley para la tenencia y renovación de licencia para portar armas. Los trámites son sumamente engorrosos y costosos. Hasta parece que fuera a propósito. Los que están felices son los delincuentes a los cuales les importa un pepino el tema de la licencia.
Como parece que este gobierno está empezando a tener un tufillo velasquista, vale la pena recordar algunas cosas de aquella dictadura que aunque algunas suenen tontas son muy significativas.
Los que pasamos la barrera de los cincuenta años, recordamos muy bien que al general Velasco durante su gobierno se le ocurrió prohibir las historietas del pato Donald, Tribilín, Mickey, Superman y todas las que tuvieran olor al tío Sam, por considerarlas alienantes.
Comenzaron con historietas y terminaron confiscando los medios de prensa escrita, radial y televisiva.
El recordado Johnny Salim quien conducía un programa de televisión para niños llamado El Tío Johnny, pasó a ser El Tío Juan por las mismas razones y además se le prohibió usar su saco a rayas. Es decir, el gobierno le decía como tenía que llamarse y como vestirse.
También se prohibió que circularan por la calle personas disfrazadas de Papá Noel durante la época navideña.
Recuerdo también que se impuso el uso del uniforme tipo comando para ir al colegio. Nos querían convertir en militares. Los militares merecen todo mi respeto, pero aquí se trataba de libertades básicas afectadas. Este recuerdo viene con relación al nuevo servicio militar obligatorio.
No podemos olvidarnos de la censura cinematográfica, en la que un grupo de personas con “mucho criterio” nombradas por no se sabe quién, decidía qué películas podían ser exhibidas en las salas de cine. A los jóvenes de hoy esto les parecerá una locura, pero así fueron las cosas durante la dictadura velasquista.
Ya casi me olvidaba que durante la dictadura de Velasco era ilegal tener dólares. Mucha gente fue presa por esto.
Seguro algunos contemporáneos recordarán otras cosas que a mí se me están olvidando.
Hay que estar muy atentos. Comienzan con leyes como esta de la comida chatarra, la de la tenencia de armas, el servicio militar, luego nos distraen con el tema de la candidatura de Nadine y cuando nos demos cuenta ya estaremos con “La gran transformación” rumbo al velasquismo, y con la libertad de prensa amenazada.
Que la historia no se repita. No al velasquismo chatarra.