Que la alberca no tiene agua, fue el mensaje. Y aquí estoy, sentada en el auto decidiendo si entro a la cafetería a comerme un pan y mi primer café del día. De pronto algo desordena la rutina y se te estanca el deseo. De tin marín. Esto o aquello. Regresar a la cama no es opción.
Tengo ganas de viajar, ya encontraré una opción…