Había una vez una niña que se encontraba de vacaciones en un lugar llamado Playa Paraíso, le gustaba mucho nadar y siempre estaba en remojo. Le decían los mayores, que le iban a crecer aletas.
Diferentes animales marinos, caballitos estrellitas.La sirenita le preguntó a la niña si aquello le gustaba y la niña, dijo:
Es un verdadero paraíso. Como el nombre de mi playa.
La sirenita la tomo la mano nuevamente y fueron buceando hacía otro lugar totalmente distinto.
El agua estaba sucia y llena de botellas y plásticos.
Olía mal. Los corales estaban secos.No había peces ni animales marinos. Se habían ido o estaban muertos.
La sirenita no necesito preguntar a la niña cómo se sentía.La tomo de la mano y la llevo nuevamente a la playa. Se despidió de ella y le dijo:
La niña se lo conto a muchos niños, los niños a sus papas y sus papas a otros
mayores y así entre todos, consiguieron cambiar la vida de nuestro planeta.