Gustav Klimt. El beso
¿Sabías que volvía?
¿Me esperabas?
Sangrante y taciturno
después de mil fracasos
casi sin esperanzas
me sumergí
por ir volando detrás de ti
en pesados cielos
infinita selva de la locura.
No estás pero te anuncian
verdes desesperados.
No estás pero en la selva
todo me habla de ti.
Aullidos de los cráneos
no Soportando el viento
el huracán de versos
la tempestad de amor.
Pequeños corazones arrastrados
por fuertes correntadas.
Pequeños corazones arrojados
lejos del corazón.
No estás pero te nombra
el ruido de los pájaros.
No estás pero en la selva
todo me habla de ti.
MIGUEL OSCAR MENASSA
(La poesía y yo)