Media Columna de Jorge Morelli. (@jorgemorelli1).
SALIÓ EL SOL.
Por primera vez en años, el Perú podría sentirse orgulloso del Congreso de la República.
El Pleno decidió debatir sobre las facultades para que la Comisión de Fiscalización investigue con verdadero poder a Alejandro Toledo y las millonarias cuentas de su familia en el extranjero.
La crónica de la jornada es reveladora. Víctor Isla dejó a Marco Falconí, de Perú Posible, en la presidencia de la Mesa, mientras la bancada de Gana Perú se fue escabullendo del hemiciclo hasta dejar solo a los toledistas y algunos populistas a defender lo indefendible, a blindar a Toledo si podían. No pudieron. Aunque Gana Perú regresó a votar de mala gana contra la investigación, para cumplir, los votos no fueron suficientes.
Parecen haber sido decisivas las declaraciones horas antes de la ministra Ana Jara, portavoz de la presidenta en la sombra, Nadine Heredia. Dijo a los medios que el Congreso debía investigar al ex mandatario. Todo indica que la Primera Dama le bajó el dedo a Toledo.
Sus defensores argumentaron todavía que, estando Toledo investigado ya por la Fiscalía, la pesquisa del Congreso sería una interferencia. Durante el gobierno de Toledo, sin embargo, fueron ocho las comisiones creadas por el Congreso para investigar al gobierno de Alberto Fujimori que funcionaron paralelamente al poder Judicial.
También aquí emerge el resto de la verdad.
Aunque el horizonte aun está lleno de nubarrones, hoy ha salido el sol y ha dejado al Congreso luminoso.
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