Salir del entorno

Publicado el 13 abril 2013 por Javier Ribas
No soy un especialista en viajes. Reconozco que tampoco me gusta organizarlos. Es más, me cuesta pensar en la idea de salir y abandonar los hábitos diarios. Pero,...una vez en el destino, ¡a disfrutar!
El viaje no necesariamente tiene que ser allá donde se pierde el mundo. No. Es salir de tu entorno habitual y abrir los ojos. A partir de aquí empieza a cobrar sentido. Ver, oir, hablar, en una palabra, intentar absorber lo que te rodea. Y sobre todo, aprender. Nada es igual a lo tuyo. Y el principio para empezar un nuevo camino está en el aprendizaje. En la duda frente a lo conocido, en poner en tela de juicio todo lo que te rodea. La pregunta continua que te haces cuando caminas por un sitio desconocido te hace abrir la mente.
En este viaje que estoy realizando salto de sorpresa en sorpresa. O más bien, para no exagerar, lo que me rodea consigue mantener en alerta mi curiosidad.
Ciudades más amables en edificación que en la que vivo habitualmente, horarios menos extensos, clima desapacible, gentes que a poco que quieras hablar con ellos, te atienden, o tiendas en la que ya no existe personal cobrando en las cajas, negocios pequeñitos y muy personales, universidad espectacular, con pocas clases y horarios de clases muy  reducidos que resulta que es una de las mejores universidades del mundo,..., en fin, estoy en Inglaterra donde si me descuido me atropellará algún coche porque no hay ningún conductor que esté en su sitio.
Un viaje es una experiencia gratificante y única que te va a hacer mantenerte despierto frente a los cambios y a las diferencias. Una buena enseñanza. Aprovéchate en cuanto puedas. Aunque sea ir al pueblo de al lado.

También podría interesarte :

Quizás te interesen los siguientes artículos :