Revista Literatura
¡Sálvame Candás!
Publicado el 01 agosto 2012 por HouseCuentan las crónicas que la semana pasada en determinada villa marinera, cierto guayabo, veinteañero, matemático y cuasi doctorando en magia, claridad y encantamiento, presentó una obra de teatro similar al teatro que le echa al arte de vivir a diario al filo del enigma más inconmensurable. Nuestro héroe, Galileo Tamariz, descendiente directo de Nostradamus, llegó, vio y triunfó. Fue tal la conquista que durante su recorrido por la villa de «Juan de la Candonga», quedó prendado por los encantos de cierta dama que formaba parte de la cohorte. El resto sobraba. Sólo tenía ojos y conversación para ella. Y ella para él. El resto eran puros convidados de piedra. De piedra, de piedra no eran porque alguna tenía que correr en busca de algún tiesto limpio y pulcro para dar rienda suelta a sus necesidades más livianas que habían in crescendo desproporcionadamente, fruto de la imagen tan bucólica que producía ver a los tortolitos inmersos en sus diálogos más pastoriles. Hasta se escuchan referencias a la inmediata compra de una vivienda. ¿Fue o no un flechazo? Ante tan extraordinario baño de romanticismo, ternura y pasión, los medios de comunicación polacos se hicieron eco de la noticia de forma inmediata. En pocos minutos, hasta esta villa acudió lo más granado de la sociedad española: alrededor de mil personas querían ser testigos de aquella unión abrazada por la magia y la brujería. Esta metrópoli fue el lugar de encuentro de intelectuales, escritores, editores, actores, empresarios, políticos, representantes de la nobleza, y de los diferentes estratos de la vida social, cultural, política, económica del país. Así mismo, más de ochocientos periodistas de diversos medios de comunicación, tanto nacionales como internacionales, solicitaron acreditación para cubrir tan tierna noticia. Como no podía ser de otra manera, la presencia de lo más granado de la vida social y cultural, convulsionó la vida cotidiana de esta villa marinera con micro galletas de fuel incluidas. Hoy, las aulas de los centros escolares quedaron desiertas y profesores y alumnos se dirigieron en grandes masas hacia el casco antiguo para hacerse un hueco en alguna de las calles por dónde discurría la comitiva. Diferentes departamentos de las Administraciones Públicas y algunas empresas privadas facilitaron permisos a los trabajadores. Funcionarios, amas de casa, comerciantes, universitarios, jubilados, empleados, parados… gentes de toda edad y condición abarrotaron las estrechas calles del barrio histórico y llenaron calles o plazas con el deseo común de ver de cerca o tomar una instantánea de la feliz pareja. La gente ocupó también balcones y ventanas y los más atrevidos hasta buscaron su “mirador particular” en lo alto de farolas, señales de tráfico o estrechos alféizares. Como ha sucedido en otras ocasiones, muchos vistieron sus mejores galas para la ocasión y tengo la seguridad de que entre el público, se pudo ver muchas personas con cámaras fotográficas o de vídeo que procuraban captar alguna imagen para el recuerdo. La historia promete. Esto sólo fue la primera piedra de una más que manifiesta historia de amor tamizada por el hechizo que provoca la conjugación estelar de los astros, siempre bajo el yogur desnatado del maleficio femenino. ¡Larga vida para Galileo Tamariz y su prometida! Desconocemos a qué lugar viajaran para pasar su luna de miel. Se habla de Mexico, pero nadie del entorno más cercano de los enamorados ha confirmado o desmentido la noticia. El recorrido por la villa culminará con la actuación del escritor Jerónimo Tristante que, desplazado expresamente para la ocasión, interpretará la canción ‘Por ti seré’. A propósito… ya no me acuerdo el titulo de la obra de teatro. El novio tampoco se acuerda. Él sólo tienes ojos y oídos para su dulcinea. Y su dulcinea para él. En próximas ediciones les contaré cómo acabaron su primera noche de lujuria, pasión y desenfreno a la orilla del mar. ¿Se imaginan la escena? La historia se pone interesante. ¿Se la van a perder?