Ya sea con el coche, por la estrecha carretera que sube serpenteante por las laderas y muerde altura en cada curva, poniendo a prueba nuestro temple, a pie por alguna de las sendas que unen los pueblos de la Solana, o en bici, la visita a Sos, pequeño pueblecito de la Bal de Benás, recompensará el esfuerzo invertido.
Está situado a 1202 metros de altitud, pertenece al municipio de Sesué y cuenta con una veintena de vecinos.
Sin embargo no debemos dejarnos engañar por su reducida importancia demográfica o su situación apartada e inaccesible desde las principales vías, pues es probable que nos encontremos en el núcleo más antiguo del valle, siendo así que en la alta edad media éste se llamaba Valle de Sos o Valle Sositania, en vez de Benasque.
Al sureste del lugar, sobre un promontorio rocoso al abrigo de la Peña Castellano se levantó en el S. XII, con orientación canónica, la iglesia románica, dedicada a San Andrés. Posteriormente ha sufrido importantes modificaciones en el siglo XVII. Consta de un ábside semicircular de sillarejo en el que se abre un vano de medio punto. Las capillas laterales adosadas a sus fachadas fueron añadidos en el siglo XVII, al igual que su campanario.