En Boston.com publican una selección de imágenes de las recientes fiestas de San Fermín. Son 40 imágenes entre las que hay muchas de gran calidad y belleza. Otras son tapadas tras un velo negro y una advertencia respecto a lo violento de las mismas. El debate -toros si, toros no-está en el trasfondo de dicho reportaje y desde luego en la sociedad española misma desde hace tiempo, y, sin duda, los Sanfermines son uno de los puntos “calientes” del mismo, por razones diversas.
Sólo he ido una vez a una corrida de toros. Era sólo un niño pequeño y … no me gustó. No entendía ni el lenguaje ni la técnica ni las “suertes”. Sin embargo sí que entendí que el toro sangraba mucho y que, al final, moría. Ya no he vuelto.
Sin embargo si que he acudido algunas veces a encierros de vaquillas.
En la imagen, unos mozos con un “roscadero”, ejecutando la “suerte del cesto”.
Sin participar activamente, pero sí como espectador. Y tengo que decir que tampoco es que me divierta muchísimo, pero sí que me resulta interesante ver como disfrutan otros, y ver las acciones de los más atrevidos intentando burlar a la res, también ver como el público, normalmente, cuando percibe una acción violenta -generalmente por parte de algún o algunos participantes con exceso de alcohol- hacia la vaquilla lo recrimina inmediata e incesantemente, aunque a veces algunos bárbaros te hagan dudar de quién debiera ser encerrado en los corrales, y acaben tiñendo de dolor, asco y vergüenza lo que debía ser un espectáculo de habilidad, emocionante y festivo.
ACTUALIZACIÓN: A los pocos días de escribir este artículo, el Parlamento catalán ha abolido las corridas de toros.