San Mamede

Publicado el 19 marzo 2010 por Rubenportas
Este domingo tuvieron lugar las II jornadas sobre rastros y señales de la fauna gallega en el centro ambiental As Corcerizas situado en la Sierra de San Mamede del Macizo central Ourensano.
Una compañera de Amigos da terra, la asociación organizadora del evento me invitó a impartir una charla sobre huellas y rastros de los carnívoros gallegos. Yo no soy ningún experto en el tema, ni siquiera sé mucho acerca de él, asi que fue poco más que un halago.
Llegué al centro el día anterior con el objetivo de conocer un poco la zona ya que los compañeros de Axena habían organizado una quedada para visitar el Bidueiral de Montederramo a la que de buena gana me apunté.
Una vez allí, tuve la suerte de ver varios bandos de lúganos, además de verderones, agateadores y una pareja de piquituertos.
Macho de piquituertoLoxia CurvirostraParus ater
Una vez en camino, comprobamos que a pesar de que las partes bajas de la sierra están bien conservadas y compuestas de manchas de prados y bosques caducifolios, las partes altas debido a los continuos incendios, están vegetadas por brezales o en el mejor de los casos repobladas por pinos en laderas aterrazadas.
Sin embargo alguna ladera si que conserva parte de su belleza original.
Durante parte del camino, el rastro de tres posibles lobos nos acompañó gran parte del camino.
Excremento de lobo conteniendo pelos de corzo
Además, encontramos en varias alambradas de espino pelos de tejón
Buscamos anfibios en varios puntos de agua sin éxito. Sólo fue posible ver esta sanguijuela. Raúl me comentó que no son tan buenos indicadores de la calidad de las aguas como se cree y que suelen encontrarlas parasitando ranas.
Ya con vistas hacia el Parque Natural del Invernadoiro, avisamos al 085 de esta columna de humo. Es en época primaveral cuando arden más hectáreas en nuestros montes. la principal causalidad es la creación de pastos y brotes tiernos para el ganado. A este tipo de prácticas le debemos montañas desarboladas y con tan poco suelo que sólo los brezales compuestos por Erica australis subsp aragonensis y Daboecia cantabrica son capaces de vegetar.
Una vez llegados a la parte alta del Bidueiral, el mal tiempo se nos echó encima impidiendo adentrarnos en el bosque; una decepción, ya que era el principal motivo de nuestra excursión.
Es uno de los bosques de abedul más representativos de la península. Se desarrolla en laderas de regular pendiente 30-60%, entre 1.200 y 1.500 m de altitud (San Mamede se situa a 1.618 m) sobre materiales graníticos, pizarras y cuarcitas. La altura de los abedules varía entre los 8 y 12 m. siendo común la presencia de ejemplares de 20 m. El bosque está orientado en umbría (N y NE), es lógico en un área de vegetación tipicamente submediterránea.
Una densa cortina de niebla cubrió rápidamente el entorno.
Los abedulares son formaciones típicas de la iberia húmeda, pero aparecen tambien en lugares con sequía estival, aunque en situaciones favorables, microclimas, donde localmente puedan encontrar condiciones ambientales compatibles (como se da el caso).
En el noroeste ibérico, los abedulares están compuestos principalmente por Betula alba (=Betula pubescens), en el norte de Europa la presencia de Betula pendula se hace mayor Los abedules soportan las oscilaciones térmicas y el frío, pudiendo en verano resistir temperaturas muy elevadas siempre que los suelos mantengan un cierto grado de humedad (compensación hídrica freática). En territorios con predominio del clima eurosiberiano peninsular, es común encontrar abedules en ambientes ribereños. Son especies colonizadoras de espacios abiertos que requieren ambientes bien iluminados y manifiestan una marcada preferencia por los suelos ácidos. Los abedules son árboles biológicamente preparados para una expansión rápida en condiciones favorables (gran producción de frutos ligeros y alados, reproducción vegetativa y germinación fácil, etc.).
En las proximidades de este espacio de la Red Natura 2000, nos topamos con esta imagen.
La malla cinegética instalada en la explotación comercial cinegética que ocupa 737 ha y es gestionada por Tecsagés sigue sin ser retirada a pesar del compromiso adoptado por la Consellería de Medio ambiente.
Despues de la ventisca, la densa niebla y unos cuantos copos, sale imprevisiblemente el sol y nos deja con estas estampas.
La jornada de campo remataba y dejaba lugar a una larga noche llena de risas y buen rollo.
Al día siguiente, despues de las charlas, dimos una breve ruta en busca de rastros y señales de la fauna local. Se localizaron huellas de ciervo y corzo y excrementos de lobo, garduña y zorro (probablemente).
Excremento con pelos y huesos de micromamífero, posiblemente de zorro
Tuvimos la suerte de ver golondrinas y un águila culebrera. Mi primera del año. Bienvenida!
Circaetus gallicus

Xosé Ramón hizo gala de sus amplios conocimientos sobre la flora de Ourense identificando un par de bellezas botánicas:
Romulea sp.
Otro ejemplar de Romulea que en un principio pensé leucístico pero Xurxo aclaró que podría tratarse simplemente de una despigmentación.
Y este precioso ejemplar de Diente de perro
Erythronium Denscanis
Además, había varios Narcisos (Narcissus asturiensis), especie catalogada como vulnerable y que olvidé fotografiar.
La ladera norte mejor conservada estaba formada por un robledal extenso y un mosaico de prados y brezales sobre los que se cernía la culebrera.
Las vistas son amplias y se pudo distinguir la comarca de Xinzo, A Limia y los Picos nevados de la Sierra del Xurés.
Resumiendo, la Sierra de San Mamede está bastante destrozada por los sucesivos incendios, pero en ella aun podreis hallar especies interesantes y disponer de un excelente y económico albergue.