Ligada al mar y antiguo refugio de pescadores, es una de las localidades más pintorescas de la costa cántabra. Suma de montañas cubiertas de nieve (con los Picos de Europa de telón de fondo), vistas al mar, playas embebidas en un parque natural y un caso histórico impresionante.
A día de hoy, el turismo es su principal fuente de ingresos, explotando la belleza de su entorno. El 80% del termino de San Vicente, pertenece al Parque Natural de Oyambre. Espacio protegido desde 1988 y con una extensión de 5 kilómetros cuadrados.
Forma parte de la Ruta Lebaniega, enlazando el Camino de Santiago de la costa, con el Francés.
La puebla vieja, fue declarada Bien de Interés Cultural en 1987. Dentro de su conjunto encontramos la iglesia de Santa María de los Ángeles, el antiguo convento de San Luis o el Castillo. También ubicados dentro de la puebla, podemos visitar las ruinas de la casa de los Corro, el Hospital de la Concepción, la torre Preboste o los restos de su muralla y puertas de acceso.
Otro de los iconos visuales de esta localización, son su puentes. Como el de la Maza, mandado construir durante el siglo XV, y siendo una de las obras de ingeniería más importantes de la época. Construcción en piedra y formado por 32 ojos.
No nos dejará indiferentes, su ría. Engalanada con distintos botes y pequeñas embarcaciones de vivos colores.
Para terminar nuestra visita, no podemos pasar el lado gastronómico de la villa. Su vocación marinera, es reflejo de su restauración. Ofreciendo al comensal, una excelente variedad de pescados y mariscos.
Hay mucho más en los rincones de San Vicente, pero hay que descubrirlos. Aquí una pequeña muestra.
Una de sus fiestas mas relevantes es La Folia. Te puede interesar este post del blog para conocer más.
El resto de imágenes de San Vicente, pasa a verlas por mi galería de Flickr
Por Luis A. López Fotografía (Señor L)
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