Sangre de Clara Peñalver nos muestra la realidad más salvaje y sensual del mundo vampírico. Una de las cosas que más he destacado en la prosa de esta autora, es la minuciosidad de su relato, y la carencia de tabúes en lo que al sexo se refiere. Conoceremos a Valentina Varga, una joven escritora, con un estilo muy rockero y bastante desenfrenado. Lleva una vida salvaje, alejada de lo convencional y de lo políticamente correcto. Su vida cambia cuando en una noche de sexo con su compañero Peter, descubre que la sangre puede ser casi tan excitante, o más que el mejor sexo. Pronto descubrirá que su apetencia hacia la sangre no es un hecho aislado, y ahí Alex de Jongh tendrá mucho que decir. La autora partiendo de el tema vampírico, crea una historia que combina la trama y el sexo de una manera muy equilibrada. Basándose en el vampirísmo clásico de antaño donde la condesa sangrienta hacía de las suyas, crea una trama que nos muestra nuevamente que una nueva interpretación del vampirismo es posible. Este tipo de vampiro es humano biológicamente hablando, pero la ingesta de sangre le confiere belleza y longevidad. Hacía mucho tiempo que echaba de menos esa interpretación, pero ella va más allá y nos muestra un vampiro más atractivo y más salvaje.
Los personajes son oscuros: Valentina Varga es rebelde, segura de si misma, y desde luego tiene unos gustos muy marcados. Por otra parte, Peter es más salvaje si cabe, regalándonos momentos a caballo entre lo humorístico y satírico. Alex es el que dota a la historia de ese halo romántico que necesita la historia, y Angelica Conti, ese cariz desenfrenado que la historia necesita. Cada uno de los personajes es estrictamente necesario, para el equilibro formal en cuanto a personajes se refiere. El relato se presenta a modo de diario, Valeria nos cuenta sus vivencias, en una vida que se desarrolla mayoritariamente de noche. A mitad del libro conoceremos al antagonista de esta historia, e intercalaremos el diario, con momentos de mucha acción. Una de las cosas que quizás más me haya gustado de esta historia, es el desarrollo de unos personajes que tienen que competir con el legado de las anteriores generaciones de vampiros, éstos aportan al legado una visión muy parecida a la visión de la gran Charline Harrys, pero bajo mi parecer bastante mejorada y mucho más atrevida. Un aspecto que podía presentar bastante problemática es la biología del vampiro, su conversión y todo lo relacionado con su alimentación. Clara sabe defender el tema de una manera bastante científica y convincete, todo hay que decirlo. Por otra parte, el que este libro se haya desarrollado en Granada hace de Sangre una historia más rica descriptivamente hablando, y mucho más real. El único pero que le he visto a este libro, ya de por si bueno para el número de páginas con las que cuenta, es el antagonista: creo que el conflicto, pese a que se va presentando paulatinamente, llega de forma demasiado tardía. Un antagonista como el que ha creado la autora, que podía haber dado mucho juego en la trama, lo ha relegado a un segundo plano y le ha dotado de escasa importancia. Pese a que el desenlace ha sido adecuado, creo que ese hecho, le ha restado en emoción y adicción. Pese a todo, el capítulo y la reflexión final poenen el broche de oro a una historia que promete muchos más éxitos a una autora que puede regalarnos historias muy emocionantes. Tiembla Charline Harrys que Clara Peñalver te sigue de cerca y viene para quitarte el puesto, y créeme que puede hacerlo.