Todo esta historia del spam viene a cuento porque este jueves presentamos en Casa Amèrica Catalunya Santa Inocencia, el último proyecto de Joan Fontcuberta, resultado de una estancia creativa en la localidad turolense de Santa María de Albarracín, y que recoge la correspondencia que matuvo con un estafador cibernético, un tal Capitán Hook, camuflado bajo la identidad de un cura de la Sagrada Familia. Más allá de la trama del libro, lo interesante será escuchar al polifacético artista conversando con Iván de la Nuez sobre el camuflaje, la mentira, la ficción en definitiva. Como le escuché decir en Caracas hace unos años, la fotografía documental no es más que otro género de ficción.
“Toda fotografía es una ficción que se presenta como verdadera. Contra lo que nos han inculcado, contra lo que solemos pensar, la fotografía miente siempre, miente por instinto, miente porque su naturaleza no le permite hacer otra cosa. Pero lo importante no es esa mentira inevitable. Lo importante es cómo la usa el fotógrafo, a que intenciones sirve. Lo importante, en suma, es el control ejercido por el fotógrafo para imponer una dirección ética a su mentira. El buen fotógrafo es que miente bien la verdad.”
Joan Fontcuberta