Saramago, José. Ensayo sobre la ceguera y Ensayo sobre la lucidez.

Publicado el 09 enero 2010 por Feliperodriguez
Dos por uno... Aunque he leído primero el que tocaría en segundo lugar... El segundo me ha obligado a leer el primero... En fín...
Ensayo sobre la Ceguera. SINOPSIS
Súbitamente, una persona se queda ciega mientras conduce por la ciudad. Pronto se comienza a desatar una extraña epidemia de ceguera que impulsa al gobierno a tratar de mantenerlos en cuarentena en un abandonado sanatorio mental...
Ensayo sobre la Lucidez. SINOPSIS
En un país democrático contemporáneo llega el día de las elecciones a representantes del gobierno, como cada cuatro años. Con una rigurosa normalidad y orden en la jornada electoral, en el recuento ocurre algo insólito: La inmensa mayoría de los ciudadanos ha votado en blanco. Este hecho producirá que el Gobierno, necesitado del buen funcionamiento de la democracia (de una democracia que lo legitime) decida llegar hasta el final del asunto a cualquier precio, por lo que iniciará una delirante persecución hacia los desconocidos organizadores de un hecho sin precedentes...
COMENTARIOS
Las dos novelas tienen multitud de aspectos en común:
Parte del planteamiento que entiendo en estas obras nos dice que la humanidad está compuesta de pulsiones hacia el bien, el mal, y una gran mediocridad. Pero en condiciones de desorden, de caos, por poco mal que haya, este se apoderará de la situación y provocará una gran destrucción, apoyándose en la mediocridad generalizada y acorralando a los escasos sentimientos de justicia que sobreviven.
Los gobiernos no son capaces de poner orden en momentos de crisis, salvo con medidas represivas o actuando únicamente con la fuerza bruta. La desconfianza en el poder establecido es una constante en ambas novelas, las cuales parecen transmitirnos la idea de que una democracia moderna no es más que una dictadura disfrazada que, a la hora de la verdad, en momentos difíciles, no tendría inconveniente en mostrar su verdadera cara.
Lo cierto es que la Historia nos podría brindar múltiples ejemplos pasados sobre gestiones dictatoriales, disfrazadas de cualquier ideología con pretextos de extender el bienestar generalizado, pero Saramago va más allá. Nuestras democracias -para bien o para mal, el mayor logro político de la Humanidad-, son sólo un "limbo" útil en determinadas condiciones de equilibrio social; frágil y fácilmente convertible. Esperemos que no tenga razón...
En una dimensión más humana, otro aspecto a comentar es la creación de alianzas de confianza, muy pequeñas, como fundamentales para la supervivencia de toda persona en este tipo de situaciones. Desarrollando esta idea, podríamos decir que el Ser Humano tiene como hábitat natural -tras el desamparo del gobierno- "la ley de la selva", en la que hay que saber subsistir conviviendo en pequeños grupos.
En definitiva, Saramago parece advertirnos con estos libros que aquello que reconocemos como valores "universales" (derechos humanos, la ética, el derecho y la prioridad de cubrir necesidades básicas de todas las personas, etc) son cosa de unos pocos que realmente los comparten incluso en situaciones extremas. Los despiadados aprovecharán cualquier oportunidad para anteponer su interés ante cualquier necesidad ajena, por muy básica que sea. Por ello percibo cierta paradoja: Por un lado critica al poder establecido, como algo inoperativo y dictatorial, pero por otro lado no tiene esperanzas en la autorregulación del propio Ser Humano, por lo que cualquier posible defensa de modelos anárquicos o colectivismos no oligárquicos quedaría descartado, ya que las personas parecen necesitar indiscutiblemente no sólo a un Gobierno, sino que éste se desarrolle en unas condiciones de normalidad y orden.
...El cual es, en realidad, verdaderamente frágil... Asi como la sociedad. En ambas novelas se habla de sociedad civilizada, de modernidad, de democracia... Pero una simple crisis pone en peligro la propia subsistencia de todas las personas, que se convierten en bestias salvajes y torpes con el único objetivo de sobrevivir (en el caso de la "Ceguera"), o simplemente conforman una gran masa pasiva que, aunque parezca tener momentos de "lucidez" colectiva (en el caso de la "Lucidez") -que nadie alcanza a comprender-, esto no servirá nada más que para fomentar la destrucción, dada la obstinada pasividad generalizada del pueblo.
Veamos ahora algunas particularidades a comentar por separado:
Sobre Ensayo sobre la Ceguera.
Cuando uno comienza a leer la novela esperaría (si es tan ingénuo como yo) que la solidaridad que aparece al principio se desarrollase, aunque al mismo tiempo se sospeche que, de ocurrir esto, no habría novela. Sin embargo, drásticamente, esta pequeña esperanza se convierte en un panorama donde unos se imponen brutalmente a sus otros semejantes (todos ellos nuevos ciegos), y donde "los buenos" no tienen la fuerza ni la inteligencia suficiente como para vencer a la perversión. Porque necesitan comer, necesitan sobrevivir, y eso es lo más importante.
La esperanza de un futuro mejor; el símbolo de que no todo está perdido, de que alguien habrá que pueda salvarnos en tales situaciones, de que siempre puede haber una pequeña inteligencia que haga justicia... Se muestra con la protagonista de la novela, quien no sólo debe llevar a sus espaldas toda la responsabilidad y el peso de la buena marcha de sus compañeros, sino que será la única que pueda dar un giro a la desesperante situación....
 
Es decir, ante grandes males, tampoco es un grupo ni una organización quien pueda hacerles frente, sino una persona...
Sobre Ensayo sobre la Lucidez.
En este caso nos presenta una muy buena reflexión sobre una posible (y gran) debilidad de la Democracia, que llevaría, según Saramago, a un caos absoluto.
Ante tal problema, el eje central de la novela es la búsqueda -o invención de culpables- por parte del Gobierno ante un hecho tan inexplicable como pacíficamente devastador para todo un sistema democrático.

Todo este planteamiento extremo plantea una verdadera crítica social de nuestro tiempo, en el que frecuentemente se buscan "cabezas de turco" para todos los hechos -culpables amplificados por los medios; culpables que todos reconocemos; culpables que todos nos creemos y hacia quienes nos vuelcan el odio-, que encarnarán personalmente el mal y cuyo mal se supone que terminará (y la masa se tranquilizará) cuando esa persona sea detenida y eliminada.
Otro punto interesante del planteamiento de este libro es cómo la fuerza del pueblo -ejercida pacífica y legalmente- podría poner en crisis súbita a las más sólidas organizaciones... (De hecho, así ha ocurrido -aunque no de manera pacífica- en las diferentes revoluciones históricas, donde líderes y partidos han utilizado siempre a la masa para luego volverse contra ella una vez alcanzado el poder... Pero esta es otra historia...) Aunque al final el poder acabe gobernando "por la fuerza" a quien no lo puede hacer con la inteligencia... Por un lado, percibo una reflexión sobre el verdadero poder político que los ciudadanos "derrochamos" o infrautilizamos con nuestra constante pasividad social. Por otro lado, otra reflexión sobre lo que podría ocurrir si así lo hiciéramos; si utilizáramos de manera más plena nuestra capacidad de participación... Aunque sólo fuera una vez.
Ahora bien, yo opino lo mismo que el gobierno recién converso a fascista en el siguiente punto: Es imposible que toda la población haya decidido votar en blanco sin una organización detrás que lo movilizara. La obra nos plantea el hecho sin más, desnudo. Realmente ha ocurrido así, sin organización. Esta es la parte del libro de "ciencia ficción" ¿O no?
EN DEFINITIVA
De la "ceguera blanca" al "mal blanco". Dos hechos insólitos e inexplicables, que de la noche a la mañana siembran el caos en una moderna sociedad. "Ciencia ficción" a medias; es decir, un planteamiento inicial inexplicable -e inexplicado-, casi sobrenatural, seguido del realismo atronador del drama generado por el caos y la gestión dictatorial del mismo por parte del poder.
Dos obras a tener en cuenta y de obligada lectura. Complementarias.
Podría catalogarlas, a ambas, como "distopías de la crisis". Si 1984 o Un Mundo Feliz son distopías que nos hablan de una sociedad futura, aquí se nos habla de las consecuencias sociales de dos hipotéticas crisis en sociedades democráticas y modernas como la nuestra... ¿Qué es más terrorífico?
 El estilo y el ritmo de ambas novelas dinamizan mucho la lectura, y los diálogos son siempre ágiles y naturales. Engancha y se disfruta su lectura, a la vez que se padece su historia y se sufre con el eterno sentimiento de impotencia, ampliamente explotado por la literatura... ¿Por qué será?
Dónde conseguirlo:
Se localiza fácilmente en Internet (gratuitamente).
Leídos en PDF en el Papyre 6.1
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Apéndice: Ensayo sobre la Ceguera. La película "A Ciegas"

"A Ciegas" (Fernando Meirelles. "Blindness" 2008) es una buena adaptación, sobre todo en la ambientación (ciudad, ambientes), y de la trama principal. Aunque algunos detalles, como las normas repetidas una y otra vez en el sanatorio mental abandonado, no se perciben de manera completa nunca, por lo que algunas escenas secundarias y ambientales tampoco se entenderán sólo con el visionado del film.

La mayoría de los personajes tienen muy poco protagonismo. Algunos, como el hombre de la venda negra, pasan casi totalmente desapercibidos en la película, mientras que en la novela el lector se forma una imagen bastante compleja de este personaje, que participa en no pocas ocasiones.
Por último debo decir que las interpretaciones son un poco planas, aunque en general se trata de una adaptación digna y que representa bastante fielmente la historia principal y el desarrollo de sus hechos.


Lo mejor de la película es su ambientación. Muy bien lograda, y ayudada por una fotografía que combina cierto realismo con un halo que fusiona esa "ceguera blanca" con las imágenes del desorden, caos y suciedad generalizados. Se plasma muy bien la desesperación de la gente, el cómo se avalanzan ante la posibilidad de alimentarse...
En definitiva:
No está nada mal como adaptación al cine de la novela. Y como película (con independencia de haber leído la novela o no), tampoco. Transmite bien la impotencia (que creo que es el sentimiento principal del lector) y el pulso de la trama.
Tiene un buen ritmo, fotografía y coherencia general, así como un "aire" de cine independiente que le da una estética atractiva.