Scrivener Vs Word

Publicado el 16 febrero 2016 por Ars

Manuscrito de Voynich

Los que me conocéis sabéis que hace un año que me pasé a Scrivener.
Después de muchos años escribiendo y trabajando con Word, una potente herramienta de trabajo para todo aquel que necesite un procesador de textos, decidí probar a escribir mis novelas con esa maravilla para escritores llamada Scrivener.
He de decirte que ha sido un año productivo, intenso y de mucho aprendizaje.
Si estás pensando en cambiarte a Scrivener hay unas cuantas cosas que deberías saber.
Como todo en esta vida, Scrivener tiene cosas buenas y cosas malas y es conveniente conocerlas todas antes de decidirse a cambiar. Pero yo solo te hablaré de tres, no es cuestión de asustar a nadie.

Cifrado Copiale


3 motivos para NO cambiarte a Scrivener.


Esto es como lo del ying y el yang, pros y contras... Ya sabes, una recopilación de cada uno cuenta la feria según le va con sus porqués y motivos varios. Aquí van los míos.

1. No es nada, nada, NADA intuitivo.


No, hij@, si esperas descubrir las cosas por lógica, desiste, la lógica es una palabra a redefinir en este caso. Supongo que también tiene mucha culpa el haber trabajado durante mucho tiempo con Word y haber interiorizado su manera de hacer, pero el simple hecho de cambiar la letra a tu novela y que mantenga ese estilo en cada capítulo supone al principio un buen rato perdido.

2. Su corrector es una KK.


Podríamos decir que es casi inexistente si lo comparamos con el de Word. ¡Las veces que me llegué a quejar del corrector de Word! No sabía lo que decía.
Eso sí, se empeña en ponerte mayúsculas después de cada guión largo, porque no reconoce los verbos declarativos o verbos "dicendi". Exceptuando el "dijo" todo te lo pone en mayúsculas, así que o quitas la opción de que corrija la primera letra mayúscula al principio de frase o luego tendrás que revisar tooooodos los diálogos.

3. Puedes perder mucho tiempo con fotitos y pijadas diversas.


Si sigues al dedillo su estructura de creación de una novela, serás muy técnico, pero perderás muchísimo tiempo en cosas que no importan y que pueden despistarte de lo verdaderamente necesario: escribir.
Corres el riesgo, además,  de encorsetar demasiado el proceso de crear. Véase: sinopsis en cada capítulo, ficha de personajes con fotito incluida, ficha de lugares que aparecen en la novela...
Pero como todas las monedas tienen dos caras, vamos ahora a por la más lustrosa y brillante.

Antiguo manuscrito


3 razones por las que SI deberías cambiarte a Scrivener



Es un procesador de textos, no contiene la inspiración, pero si damos por supuesto que esa ya la tienes podrían resultarte útiles algunas cosillas.

1. Estructura por capítulos.

Puede parecer una tontería, pero no lo es. Dentro de unos límites la estructura es importante, la visualización de la misma, también. Tienes una barra lateral en la que puedes ver los capítulos de tu novela y trabajar en cada uno de ellos de manera independiente. A la hora de organizarte puede ser muy útil si tiendes a ser caótico en tu ejecución, y práctico si no lo eres.

2. Vigila lo que trabajas.


Sí, ya sé que te gusta ser libre como un pájaro y que no soportas que te pregunten cuántas palabras tiene tu novela ni cuánto has trabajado hoy. Pero, ahora que estamos tú y yo sol@s reconoce que muchas veces te sientas a escribir y se te van las horas en Facebook, Twitter e Instagram...
Los escritores somos almas volubles, necesitamos un poco de ayuda a la hora de centrarnos a trabajar. El estipularte un proyecto con sus correspondientes metas a largo y a corto plazo puede ser muy útil y Scrivener te ayuda con eso.

3. La compilación de todas las compilaciones.


Y con esto llegamos al punto más alto de Scrivener. A la torre del Homenaje: La compilación.
Ese momento trágico-técnico en el que necesitamos convertir esa historia que llevamos un año escribiendo en algo legible en un lector de ebooks, Kindle, iPad o la marca que más os guste.
O convertirlo en un borrador para su corrección.
O en un manuscrito para editorial.
Vamos, en lo que os plazca porque Scrivener le da la forma y el color que gustéis. Y eso, mis querid@s amig@s, no tiene comparación posible con ningún otro procesador de textos. Lo siento, pero es así.
Así que, a pesar de los quebraderos de cabeza que me ha dado el programita y las horas que he perdido con menudencias, reconozco que me gusta Scrivener y voy a seguir utilizándolo.
Eso sí, combinándolo con Word, que son muchos años juntos y no me resigno a olvidarlo.

Manuscrito de Jane Austen

¿Y tú cómo escribes? No me digas que a lápiz. Algún día os hablaré de mis libretas.