Lean la reciente nota o "recomendación" de el productor judío Sincha Jacobovici de cuáles son los pasos a seguir para autentificar este papiro, que a nadie escapa, a él, le interesa muchísimo sea auténtico. Así respaldaría -en parte- lo que ha venido produciendo en documentales y escribiendo en sus libros sobre Jesús.
Como ya he comentado antes en otras notas, ya me imagino quién está detrás de todo este asunto. Y hasta sé cuál es el plan. Escribí algo sobre este asunto. El plan sería el siguiente:
- El papiro será datado y dará antiguo (lógico, porque todos los falsificadores saben, desde hace tiempo que tiene que trabajar con un trozo de papiro auténtico).
- El análisis de la tinta dará que esta realizada de modo idéntica o semejante (dentro de la norma) de las tintas usadas en aquellos siglos.
- El análisis microscópico demostrará simplemente que la tinta penetró en el papiro lo suficiente, y poco más.
Resultado: ¡El papiro es autentico por completo! por tanto, todo es auténtico.
Sí, auque paleográficamente sea un desastre y el peor ejemplo que haya jamás aparecido en toda la historia de un pretendido Evangelio, que no solo está plagado de errores graves en la forma de escribir letras, hasta mezclando estilos y procedencias culturales y épocas diferentes, sino hasta con errores graves de gramática que de ningún modo un antiguo coptohablante podría haber cometido. Además, presenta hasta signos modernos una barra inclinada / (publicada primero esta por Alin Suciu), y otro que no es más que un punto que usan los editores modernos entre palabras, que el falsificador -por ignorante- creyó formaba parte de los textos originales y no un añadido del editor moderno de las fuentes que estaba usando para componer este “pastiche”.
En fin, como lo que manda son los fechados, pues ya está todo logrado, si el papiro es auténtico y la tinta se corresponde con la empleada, pues entonces todo es auténtico, y todos los graves errores paleográficos y gramaticales habrá que admitirlo como meras excepciones (¡Demasiadas excepciones!) a las normas. Como ya dije, falsificar todo lo referente al papiro y a la tinta es ¡muy fácil! y me ofrezco al mejor laboratorio del mundo para demostrarlo. Pero falsificar el estilo paleográfico y la gramática, eso es lo ¡más difícil! Y no tengo duda alguna es ¡misión imposible! El mejor -y casi único- criterio seguirá siendo el paleográfico y el gramatical. Si un papiro, por muy antiguo que resulte el mismo y por mucho que su tinta se corresponda con las usadas en la época, contiene graves e imperdonables errores en su forma de escribir y en los estilos, y hasta en su gramática, pretendiendo ser parte de un Evangelio apócrifo, es sin duda ¡Falso!