La toma de la mano el hombre de nuestras vidas. Un hombre fuerte, de ojos cansados y sinceros, es canoso y elegante. La mujer que nos enseno lo que es el amor de Dios la despidió con rosas, besos.
Entra caminando cual princesa en su castillo en la Casa de Dios. Al final del gran pasillo la espera su príncipe, que lejos de ser azul, es blanco y brilla aun sin corona. El también es mi hermano. Nació en otra familia pero Dios decidió que también fuera parte de la mía.
El y ella, mis hermanos, son un ejemplo de amor, perseverancia, respeto, perdón, lealtad.
Hoy es sábado 13 de abril y se casa mi hermana. Hoy se casa mi hermano. Hoy Dios me permite escribirles lo que veo a través de Sus ojos mientras ambos se comprometen ante el Cielo ser uno hasta el final de los tiempos.
Hoy mi mejor amiga empieza una vida nueva al lado de un hombre de Dios. Y con solo saber eso, le abro la puerta y la dejo irse tranquila. Hoy se cumple una más de las promesas de Dios en nuestras vidas. No me despido hermanos, les doy la bienvenida a esta casa y estos corazones que siempre serán de ustedes!
Fotografia por: Catalina Fernandez - Costa Rica