Se hunde en los suspiros

Publicado el 16 enero 2012 por Marea
Tengo las palabras dormidas;
son vacíos que no me caben en la boca.
La saliva densa de besos nocturnos y borrachos.
Los bolsillos llenos de ruiditos
de insectos y cigarros.
Una intermitente sonrisa del sol acerado
en los bosques muertos del norte.
Si pudiera decir los silencios...
o gritar tus imágenes congeladas,
estáticas en mi memoria defectuosa;
sería mejor poeta de lo que soy.
Es la noche, y es el calor de cerveza embebidos,
o quizás la abstinencia del humo,
como la nostalgia de tu cuerpo de feriado
desnudo y abrazado al mío.
Nada se nos escapa a los colmillos,
ni la Luna, ni el sonido, ni el viento,
todo está alcance de nuestro hambre.
Dulce es la tristeza de no verte y el riesgo de morir en la asfixiante libertad  que nos condena. Dulce, y felízmente, será la  muerte que nos venga, nos vista y nos desvista ante los boquiabierto poros de   la piel. 
Ahora, con vos y sin vos presente, con tu sombra y tu recuerdo, con  tu agitación y mi frío constante, me revuelco en las letras  que no tengo para confesarme.
Donde estás sin mis diente en tus hombros? Dónde estoy sin mis pies en la tierra?
Pondré universos y hechicería, historias de lugares lejanos, y poesía, pondré el pecho y las balas,  de ser necesario; pondré mi vida o mi muerte,  para abrazarte.