Revista Literatura

Sé lo que te pasa

Publicado el 30 septiembre 2014 por Alsegar

SI QUIERES ESCUCHA LA CANCIÓN MIENTRAS LEES
SÉ LO QUE TE PASA.

El mundo lo parece todo,
y es realmente un montón de nada.
Llega un día hasta tu puerta
un perro abandonado
y lo adoptas como uno más de la familia,
pero no sabes que ha pasado con tu vida.
Eras de joven
un buen chico que reía y disfrutaba,
universitario y amigo,
redimido y rebelde,
que probaste camas y vicios,
y que nunca aprendiste a bailar.
Probaste varias mujeres,
hasta que te decidiste por una
con la que llevas años casado,
y dices que ya no te aporta nada nuevo.
Antes ella decoraba vuestra casa
y ahora odias las alfombras,
el sofá, las cortinas,
y hasta el paragüero.
Sientes que el hogar ha perdido su calidez,
te parece indiferente y gris,
y no sabes que ha pasado con tu vida.
Lo comparas con vivir en una cárcel,
solo que con permiso
para ir a por tabaco, o a tirar la basura.
Te parecían atractivos sus movimientos,
sus hoyuelos,
sus ojos como te miraban,
sus curvas, y hasta sus sobacos.
Todo.
Pero se acabaron el afecto y el cariño
que os respaldaban,
sin saber cómo ni quien
se llevó el equilibrio
que os hace parecer extraños.
Y no sabes que ha pasado con tu vida.
Antes escuchabas y participabas,
protegías y besabas,
apoyabas y acariciabas…
amabas,
y hasta hacías la paella de los domingos.
Y no sabes que ha pasado con tu vida.
Su compañía se ha vuelto tan rutinaria
como encender un cigarrillo,
como el mando del televisor,
como cepillarse los dientes,
o rascarse el culo al despertar.
Crees que fracasa tu matrimonio
porque no ves tus sueños cumplidos,
sin valorar cuales son los suyos.
Y no sabes que ha pasado con tu vida.
Pero yo si lo sé amigo.
Te has convertido en trovador de lo rutinario,
en juglar de lo establecido y lo tradicional,
en discípulo de lo cotidiano.
Has olvidado tu espíritu de explorador.
Te quedas tras la puerta de lo inexplorado
sin atreverte a ver que hay al otro lado.
Porque tu mujer, amigo,
igual que la arqueología,
es un tesoro esperando ser descubierto.
El romanticismo no es una enfermedad,
es una cualidad amigo.
Sí, es cierto,
los años pasan
e intentan vencer nuestro ímpetu
por lo nuevo y lo desconocido.
Rescata tu alma de revolucionario.
Vuelve a ser inconformista y subversivo,
inquieto,
y hasta travieso.
Esa alma de la que abusabas cuando eras
un buen chico que reía y disfrutaba,
cuando eras universitario y amigo,
redimido y rebelde.
Seguramente las peores cualidades de ella
tan solo sean producto de tu imaginación.
Los años de matrimonio
no deben ser un atentado contra el afecto,
ni endurecer las miradas entre cónyuges.
Aprende a bailar amigo,
luego ve a por ella
y sácala de nuevo
a la pista del amor.
Llena su vida de alegrías,
no de pañuelos empapados de lágrimas.
Un matrimonio deja de funcionar
cuando en lugar de buenos recuerdos
solo deja secuelas.
Inténtalo y dime:
¿Crees que no sé lo que ha pasado con tu vida?
Al Segar.

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista