Revista Talentos
Algo nerviosos, no lograban dar con la llave que necesitaban para abrir el candado del cobertizo. Suponían que dentro estarían el serrucho y la escalera de mano que tanta falta les hacían ahora. Después de mucho buscar, la encontraron allí mismo, sobre la hierba, bajo aquellos pies de suave balanceo.