Sé
tan poquito de la vida, y lo poquito que sé es de errores. De esos que
me prometo que nunca más cometeré, y cometo siempre. Sé tan poquito del
mundo, de los lugares, del hambre, de la pobreza, tan poquito. Que me
creo cualquier cosa que pueda salir en las noticias, o en los periódicos
de todos los días.. Sé tan poquito de la ciencia. Del movimiento de los
planetas, de la química cuántica, y de todas esas cosas que llevan
números. Sé poquito de las calles,
y de las aceras de las grandes ciudades. De los puentes que cruzan
grandes mares, sé tan poquito. Conozco bien las cuatro paredes de éste
pueblo, cada rincón que esconde alguna historia de amor, algún enfado,
celos, bromas, algún beso, rincones de secretos.. que se quedarán ahí
por siempre. Conozco el dolor, y la horrible sensación de echar de
menos. Lo bonito de los abrazos y lo triste que te sientes cuando te
faltan; los besos y su sabor, y su calor.. Conozco bien éste cielo que
algún día
veré desde algún otro lugar, tal vez lejano, cerca de alguien. En lo
alto de alguna torre, o de algún puente, de esos que tan poquito
conozco. Sé del mar. Y de la tranquilidad que me ofrece, del descanso y
las ansias de vida que me da mirar y no saber donde acaba, y no
encontrar su fin. Conozco la amistad. La confidencialidad, y la
fidelidad. Sé algo de la sinceridad y del cariño, conozco el amor de
madre, y la emoción cuando un bebé aprieta tus dedos. Sé de las sonrisas
y la felicidad, y es
cierto que es la chispa necesaria para cada día.
Sé qué es caerse y sentir que no puedes levantarte. Pero también sé, que
si hoy estoy escribiendo esto, es porque ya más de una vez me he caído,
y más de dos me he levantado.
Y seguiré haciéndolo, porque aún hay
alguien que confía y sabe que puedo levantarme aún cuando no tengo
fuerza. Porque aún, creo en mí misma.