Según indica la misma definición, un referéndum es: "una elección, a través de la cual el cuerpo electoral de un país, nación, región o grupo expresa su voluntad respecto a un asunto o decisión, que sus representantes constitucionales o legales someten a su consulta. Por lo general es de la forma sí o no, donde se responde a una pregunta planteada por el ente electoral y los interesados en llevarla a cabo."
Al parecer nuestros políticos no conocen el significado del mismo o no les interesa conocerlo, pasándose una vez más a la ciudadanía y su derecho al voto, por la Puerta de Alcalá.
Limitar el gasto publico equivale a limitar el gasto en educación y cultura, en sanidad y en generar empleo público, y en la situación en la que nos encontramos actualmente no considero que sea lo más apropiado.
Estamos así, ante una reforma constitucional sin estructuración alguna, una reforma creada en apenas dos escasas semanas, sin consensuarse, y realizada a la ligera, pese a la gran importancia o repercusión que puede llegar a tener dicha medida.
Bien es cierto que el referéndum vinculante no es preceptivo en este caso, pero bajo mi opinión, creo que es un tema suficientemente importante como para que se someta al mismo, tal y como indica nuestra Constitución en su Artículo 167.3. Parece ser que es muy fácil reforma la Constitución Española cuando eres político, pero cuando eres un ciudadano más, es misión imposible.
¿Por qué la importancia de llevar a cabo este referéndum? ¿Por qué el PP ha mostrado una actitud favorable y de alianza frente a esta reforma iniciada por los socialistas? Estas preguntas tienen fácil respuesta. PRIVATIZACIÓN. Todo se resume en eso. Al limitar el gasto público, limitas la educación, la sanidad y el empleo público entre otros, produciéndose de forma paralela a este adelgazamiento público, un engorde masivo de las empresas privadas, para subsanar la "pérdida" de servicios públicos. Así pues, y una vez más, no existe otro motivo para llevar a cabo esta reforma, que el engorde de los Mercados.
En definitiva, es una verdadera vergüenza que la Constitución Española de 1978 no sea reformada en otros aspectos sociales más necesarios, y si lo sea sin someterse a referéndum, para subsanar las peticiones de otros dirigentes extranjeros. Solo espero que en caso de aprobarse la susodicha medida, la población salga en masa a la calle, para no retroceder 36 años. Demos las gracias una vez más al bipartidismo español por seguir haciendo que día tras día, la Crisis Española, tenga más párrafos asegurados, en futuros libros de Historia de España.
Dani Ruiz (Artículo recuperado de mi blog personal anterior - Senderos Traicioneros)