Se acabó Agosto y llega Septiembre.
A mí, lejos de darme añoranza, tristeza o pesadez mental, estoy encantadísima.
El emblemático Enero se ve desvirtuado en favor de Septiembre porque, francamente, después de tantos fines de año nefastos, con un presupuesto excesivo invertido en vestido, zapatos y complementos, para que la mágica noche fuera inolvidable, esperando augurar así el mejor de los años entrantes; no en pocas ocasiones acabó en inolvidable, pero por motivos MUY diferentes. Ya fuera la cogorza imposible de mi amiga de turno (gracias Diosito, que áun no me ha dado por la bebida); los vómitos y alcohol derramados por el suelo y que mi vestido se encargaba de barrer diligentemente y algún que otro gilipollas haciendo la típica bromita de: ¿Adónde crees que vas? ¿a la gala de los Oscars?...
Recuerdo que mi mejor fin de año fue aquél en que cené con la familia, me fui temprano a dormir y mis padres y yo nos despertamos muy muy temprano y fuimos a pasear a la playa, viendo el amanecer. A partir de ese año, intentamos repetirlo siempre.
También, el mes de retomar lo aparcado, donde los dormidos se despiertan. La oferta cultural y de cursos arranca cargada de novedades tras una intensa e innecesaria parada, a mi juicio, durante el vago Agosto.
Y por supuesto, Septiembre es el mes que muchísimas mamás esperaban "como agua de Mayo" y clamaban agradecidas al cielo, porque con su llegada recuperan una parte del tiempo que les era vital para seguir haciendo malabarismos con casa, trabajo, gym, vida... la vuelta al cole, es mucho más que la vuelta al cole... ;-))))
Quitamos esa pausa que ha hecho que un país entero esté de "vacaciones" y continuamos con nuestra vida "normal", donde cada día pones ese granito de arena que te lleva hacia tus objetivos, ya sean nuevos o redireccionados.
Personalmente, tenía muchas ganas de que llegara. Este año me veo más a la aventura que nunca, después de más de 10 años sin parar de trabajar, la mayor parte del tiempo en varios sitios a la vez y acostumbrada a ir corriendo a todos lados, porque no llegaba a todo lo que quería hacer... (no era vida). AHORA SÍ, corrijo mi ritmo y rumbo hacia la vida que quisiera vivir, ahuyentando ese miedo a que el regalo de este tiempo no acabe como desearía, intentado disfrutar cada segundo, porque todos y cada uno me pertenecen y ya no volverán.
Y Septiembre es ideal para todo ello: cursos, idiomas, probar pilates, bailoterapia o yoga, nuevas colecciones de ropa, bolsos, complementos (aunque deba disfrutarlos esta vez sólo en blogs y escaparates o ajustarme a lo esencial), abrigos y chaquetas, zapatos cerrados, sacar las sábanas de franela, pijama largo franelero también (anti-sexo, que diría una amiga de una amiga), nuevos estrenos en la gran pantalla, ¡¡SERIES!! nuevas temporadas o nuevos éxitos (por favor, ¡¡regresa AMANDA CLARKE!!) ... proyectos, ideas y, en definitiva...
...tirar pa'lante con lo que vaya viniendo
Septiembre es el nuevo Enero reinventado,
esa segunda oportunidad que no dejaremos escapar;-))))
Y tú, ¿qué buenos propósitos tienes para este Septiembre?
Siempre con love,
Brujuleia.-
Imágenes: Pinterest
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