Nos han dicho que debemos lealtad a la Seguridad, que es nuestra Cruz Roja que procurará ungüento y vendas para nuestras heridas y nos extirpará las ideas extrañas las cuentas de cristal de la fantasía las horquillas torcidas de la sinrazón encastadas en nuestras mentes. En todas las puertas que dan entrada y salida al mundo hay expuestas advertencias y listas de medidas de precaución que hay que tomar en caso de extrema emergencia. Relámpagos, aislamiento en la nieve del Antártico, mordedura de serpiente, disturbios, terremotos. Nunca duermas en la nieve. Esconde las tijeras. Cuidado con los extraños. Perdida en un país extranjero averigua la hora guiándote por el sol y tu posición por los arroyos que fluyen hacia el mar. Déjate rescatar sin oponer resistencia cuando estés a punto de ahogarte. Chupa la herida de la picadura de serpiente. Cuando la tierra se abra y las chimeneas se derrumben, no te quedes bajo techo. Pero para cuando llegue el día final de la destrucción cuando "aquellos que miran por las ventanas se oscurecerán", no está prevista una consigna. Las calles están llenas de gente presa del pánico, que miran a izquierda y derecha, esconden las tijeras, chupan el veneno de una herida que no pueden hallar, calculan la hora a partir de la posición del sol en el cielo cuando el propio sol se ha derretido y se escurre gota a gota por las aristas de la tiniebla hacia las cavidades de los mares evaporados.Hasta aquel día, ¿cómo podemos encontrar nuestro camino en el sueño y en los sueños y preservarnos de la peligrosa realidad de serpientes rayos gérmenes tráfico disturbios ventisca terremotos y suciedad cuando los piojos se arrastra como enigmas por el interior de nuestras mentes? Rápido, ¿dónde está el Dios Cruz Roja con el ungüento y la escayola la aguja y el hilo y las limpias vendas de lino para convertir en momias nuestros sueños ulcerados? Primero Seguridad.
Rostros en el agua Janet Frame (Dunedin (Nueva Zelanda), 28 de agosto de 1924 - 29 de enero de 2004)