Seguro que se me ha olvidado algo

Publicado el 21 febrero 2015 por Kevinmancojo

Como ya sabéis algunos, me fui de viaje. Todavía no estoy muy al día, aunque sí he visto que hay bastante gente nueva siguiendo el blog y he recibido un montonazo de visitas estos días a pesar de no haber podido publicar cada dos días, como de costumbre. A los nuevos, gracias y bienvenidos.

Volví ayer y creo que, como nos ha pasado a todos alguna vez, cuando subí al autobús para volver tenía la sensación de que me dejaba algo en el hotel. Que levante la mano aquel a quién no le haya sucedido nunca. Ya, nadie, ¿verdad? Normal. Es curioso que pase esto, será que desconfiamos de nosotros mismos.

Tal vez mi buhardilla esté un poco desordenada, pero al menos cuando viajo no soy tan desastre. Yo personalmente soy muy metódico en este sentido, es decir, coloco las cosas en determinados sitios, los meto en bolsillos concretos y siempre en los mismos lugares, de esa forma no me muero buscando nada y encima para recoger las cosas es muy práctico; tardé unos 5 minutos para hacer la maleta y porque la ropa no se doblaba sola que sino…

A pesar de todo eso, sentí como si algo se me olvidara. Encima apenas revisé la habitación del hotel. Confié mucho en mi método y espero que funcione, ya os lo contaré cuando saque todas las cosas (no, todavía no me puse con ello, soy demasiado vago para hacer algo así el mismo día).

Lo gracioso de esto es que me he vuelto tan metódico a lo largo del tiempo. Ya os conté lo del DNI caducado en la entrada anterior. De errores se aprende. Si es que con la cabeza que tengo en algunas ocasiones, ¡se me debería de olvidar hasta ponerme la pierna! Aunque eso lo notaría rápidamente y no a mitad de camino.

La verdad es que, por muy ordenado y sistemático que uno sea, la sensación esa que se tiene es una ley no escrita del ser humano, como lo del móvil al agua, pues lo mismo. Lo que pasa es que aquel que es más cuidadoso tiene menos probabilidades de olvidar algo frente a aquel que busca el móvil bajo el montón de ropa. Si le tenéis aprecio a vuestras cosas ya sabéis: zona A para ropa, zona B para objetos varios, zona C para… bueno, ya me entendéis, ¿no? Suerte con los próximos viajes.

Cambiando de tema y para terminar la entrada, como os habréis dado cuenta (que espabilados que sois) no he hablado de adonde fui (o eso me parece), ni con quién, ni nada de nada. En unos días sabréis porqué, al menos si todo sale bien, de lo contrario os contaré parte del viaje, que si cuento todo da para mucho.