El tacaño: Te invita a cenar y a la hora de pagar la cuenta en el restaurante saca la calculadora para dividir el gasto, mira quién de los dos se comió más postres, etc. Aún más tacaño es el que le dice a ella: "pasa por mí en tu auto después de la cena". Sorpréndete más! los tacaños mantenidos nunca las llevan a comer a un restaurante sino donde sus papis así la comida sale gratis.
El tacaño no quisiera que llegaran las fechas en que se acostumbra regalar como Navidad, San Valentín, Cumpleaños, Día de la Madre, etc, y mucho menos tener detalles para conquistar que podrían ser regalos en días ordinarios como llevarle flores, serenata, peluches, estuches de finos bombones, etc.
El mal vestido: no sabe combinar su camisa, corbata y pantalón. Son aquellos de medias gastadas en el talón, pantalones por el tobillo y el elástico del calzoncillo muy suelto, además su ropa es anticuada y no huelen bien.
El anti-caballero: Ellas prefieren ser atendidas como reinas. Pero esta clase entra primero que ella y deja que ella haga lo que pueda con la puerta. Se sienta primero que ella. Aunque ella diga que está cansada no le da derecho a ocupar la única silla que queda. Es el que activa la alarma del auto sin percibir que ella todavía no ha bajado.
El pulpo: son aquellos que no pierden la oportunidad de abrazarlas y tocarlas. Llevan sólo dos horas de conocerse y creen que ya la conquistaron, entonces, bajan su mano por zonas completamente restringidas o por donde puedan, las besan y no las dejan ni hablar la sorpresa de ellas a veces es tanta que tardan un poquitín en reaccionar para poder poner un hasta aqui. En muchos casos se ganan su cachetada.
El lento: Se toma su tiempo para invitarla a salir, tanto que solo queda viendo como otro ya se le adelanto y mejor no hace nada, su timidez hace que su vida amorosa sea un desastre, por más señales que una chica le dé no las vería ni con lentes de aumento, es tan lento que sobrepasa los 30 y todavía no ha hecho de su carrera profesional una escalada de éxitos, es tan lento que espera que su papi le reparta la herencia el día de San Nunca.
El morboso: es el que cuando le presentan a una chica le extiende la mano y en vez de mirarla a los ojos le mira el escote. Si, además, está pendiente de un cruce de piernas para tratar de ver más. Le pone doble sentido a cualquier conversación, sólo les está dando a entender a ellas que no es más que un frustrado, le gusta contar aventuras amorosas que nunca ha tenido, inventa que tienen una legión de mujeres tras él pero es tan perdedor que solo existen en su imaginación.
El hijo de mamá: Es de la clase que le cuenta todo a su mami (tiene más de 30) y le consulta sus decisiones. Solo hace y dice lo que mami desea haga o que diga. A duras penas se reserva sus experiencias sexuales y cuando sale con la novia o esposa un domingo, después de almorzar o dar vueltas, terminan en la casa de mamá. Y mamá continuara dirigiendo su vida, su casa por encima de su esposa y luego pasara a dominar a los nietos con su forma manipuladora y chantajista de hacerlo sentir culpable si no sede a sus órdenes.
Los muñecos: están convencidos de que pueden ponerse lo que está de moda a cualquier edad. Pero lo más grave es que recurren a detalles un tanto llamativos para cautivar, como anillos con piedras preciosas en el dedo meñique, la cadena de oro y los lentes de marca en la cabeza. Parece que compitieran con su pareja a: quien se ve más atractivo y solo le gusta hablar de sí mismo, se quiere demasiado, se gusta demasiado y la chica que los acompaña siempre estará en segundo plano.
El meloso: es una variante del morboso pero más bien romántico. Y cansa. En vez de llamarla por su nombre, todo es “bebu,” “bebita,” “cuqui,” “reina,” “princesa, “gordi, corazón, tierna, flaqui, negra, baby, tesoro. ”
El machista: la palabra preferida de este hombre es “yo”, hace alarde de su condición y piensa que “todas las mujeres son brutas.”Es celoso, no quiere a los amigos de su novia, desprecia y hasta se burla de las opiniones de ella frente a los demás.
El mujeriego: no desperdicia ocasión para coquetear, llega al límite de no respetar ni a la mejor amiga de la novia o a la mujer del socio. Este personaje tiene todas las técnicas para que no lo pesquen, disfruta diciéndole cuentos reforzados a todas y piensa que nunca será víctima de su propio invento. Estos siempre van acompañados de un grupo de amigos que le festejan todos los cortejos.
El vividor: la mujer o victima que eligen es casi siempre muy trabajadora o rica. Estos hombres son los que siempre tienen “un negocio por reventar”, se inventan empresas y consiguen que les aflojen plata sin problema. Siempre andan sin efectivo, les dicen que después les pagan y simplemente nunca lo hacen. Se hacen las victimas y dicen: "si no me prestas es porque no me quieres", entonces para dar el toque final "utilizan el chantaje emocional" les dejan de hablar y desaparecen por un tiempo hasta que ellas accedan a darles fuertes sumas de dinero
El superficial: no sabe nada, de un noticiero solo ve la sección de farándula, lee las revistas del corazón en el supermercado, sabe cuál es el sitio de moda y sus conversaciones más profundas pueden durar un minuto.
El materialista: este personaje tiene dinero y le gusta ostentarlo. Se compara todo el tiempo con los de su nivel, o mayor, compite por comprar, usa ropa de marca porque sí, quiere ascender a cualquier precio y los sentimientos están en último lugar de su vida.
El mentiroso Que tiene costumbre de mentir para alcanzar sus propósitos dice: “mi amor como te amo”, y no siente ni pizca de lo que está diciendo es engañoso, aparente, fingido y falso.
El fanático Este es el que defiende una creencia o una opinión con gran vehemencia o pasión y se muestra intolerante y violento con los que no opinan lo mismo. Admira o apoya a una persona o una cosa con entusiasmo desmesurado
El irresponsable este es el hombre que obra o toma decisiones sin pensar en las consecuencias. Comete actos que no han sido pensados cuidadosamente y cuyas consecuencias no han sido calculadas.
El haragán Se aplica a la persona que no quiere trabajar o no cumple con su trabajo por pereza o falta de atención e interés, es un hombre holgazán, vago.
El infiel: persona que ha incumplido un juramento o una promesa o que no ha sido constante en sus ideas o sentimientos. Esta clase de persona engaña a su pareja habitual al tener relaciones sexuales con otra persona.
El tartufo Este tipo de hombre es un hipócrita beaturrón, que además es bastante torpe. Gusta de frecuentar la Iglesia para que la opinión pública lo tenga como una persona religiosa y buena, lo hace solo para lograr sus propios fines y conveniencias.
El que nunca se casará
1. Dice que todas sus ex estaban locas
Cuidado con los hombres que se refieren a sus ex novias como dementes, pegotes o psicópatas, ya que el único común denominador ahí es él.
2. Planea salidas ultra románticas
Solo para conseguir que se entreguen a él y después pierde totalmente el interés por ellas.
3. Pasa de tierno a indiferente en el teléfono
Hay veces que conversan por horas en el celular y después se va de viaje por 10 días, o siempre chatean y después ignora tus mensajes. Bueno, si quieres saber porqué es tan cambiante: está ocupado saliendo con otras mujeres.
4. Te hace sentir culpable
El vividor común querrá llevarte a la cama el primer día, pero este comportamiento es peligroso si además: te presiona o si trata de hacerte sentir mal con alguna historia triste.
5. Faltan elementos en su Facebook
Si ha sacado la etiqueta de alguna foto de los dos o postea normalmente pero nunca pone que hayan hecho algo juntos, entonces hay algo extraño ya que un hombre con miedo al compromiso se asegurará que no existan rastros tuyos en su página.
6. Sus amigos son distantes
Si los “amigos” de tu novio no te hacen muchas preguntas personales, a pesar de ser simpáticos, entonces aquí tienes la cruel verdad: no quieren invertir tiempo y energía en conocer a alguien pasajera.
7. Dice que son almas gemelas
Si un hombre viene y te dice que se está enamorando de ti, asegúrate de confiar en tu instinto: ninguna persona que dice que ama se comporta como el patán arriba descrito.
Mujeres, no digan que no avisamos.