El lunes mi hijo empezó "el cole de mayores" y esta semana hemos estado en periodo de adaptación, por lo que cada día ha estado un ratito más hasta mañana que ya tiene que estar todo el horario.
Me ha sorprendido mucho porque no ha llorado nada de nada y se mete en clase tan tranquilo. Nada que ver al año pasado que se paso llorando a la entrada hasta después de navidades. Esperemos que la cosa siga así porque es un alivio verle quedarse en clase tan contento. Me imagino que ayudará el hecho que yo también trabajo en el mismo cole y aunque normalmente no nos vemos él sabe que estoy cerca y que de vez en cuando nos vamos a encontrar por allí. Otro punto a favor es que en su clase hay niños que iban con él el año pasado en la guarde y los que no van se los encuentra en el patio a la hora del recreo. Y también debe ser un alivio para él ver que todas las profes le suenan aunque sea de vista del año pasado y que por tanto en vez de ver caras nuevas por todas partes lo que ve son caras conocidas. Así que estoy muy contenta.
Y por otro lado esta semana ha empezado también mi "particular semana de adaptación" porque ayer empezó secundaria y ya tengo a todos los alumnos en clase. Ahora hay que volver a coger el ritmo y no se si será por el embarazo o por la cantidad de clases que tengo que me hacen no parar en todo el día pero la verdad que me esta costando bastante y estoy cansadísima y sin tiempo para nada.
Y ahora me voy a preparar las clases de mañana, y es que tengo la impresión que estudio y trabajo más que los alumnos que son los que verdaderamente se lo tienen que currar.