La vida nos regala buenos-malos momentos, quedarse con los buenos es el principio de la gratitud. Un gracias por todo lo que he recibido, una vida para recordar y un estadio para sentir. Saber aprovechar lo que uno ha recibido es abarcar con los brazos el universo. Sentirse más humano. No se puede sufrir cuando una sonrisa se queda impregnada en la retina. Ese vuelo elegante, majestuoso y sencillo puede reconfortar al más cansado viajero...
Una mesa vacía no significa nada. La esencia es aquello invariable y permanente que constituye la naturaleza de las cosas. Lo material se desintegra... vuela a los orígenes. Queda el gracil movimiento de las alas y ese aire lleno de vida, sencillas formas que nos dicen sólo hasta pronto.