Abril, días de sentimientos en plena guerra, entre la felicidad, la tristeza y la incomprensión. De lo que jamás tendré respuestas, de lo que nunca querré entender, de lo que tendré que aceptar, de lo que tendré que aprender...
Fechas y el día preciso que marca el tan temido adiós,El nudo de la angustia que lucha por no salir, se aprieta entre los labios fingiendo la comodidad que le ofrece el alma y sin querer, debo dejar salir...como si las lágrimas tuvieran algún remedio a esa sensación de falta eterna, de ese lugar que ha quedado vacío, que nunca nadie llenará,
el peor de todos, que no firma un hasta luego, que como en el juego de una rayuela, ruegas que la piedra caiga sobre el número que trae los malos recuerdos pudiendo evitar poner los pies y pasar el tiempo de la espera, pensando en lo que tanto causa dolor y como siempre digo, tener que seguir...
La mirada que se empaña, impide a esos sentimientos insistentes que intentan describirse en mi papel y se pierde medio sola, en los recovecos de mi ventana como si de la nostalgia, pudiera encontrar un poquito tu cariño.
sólo tu ausencia con la que hoy siento que vivo. Esa, que busca inconscientemente el cielo, cuando el azul se entrelaza en el medio de varias nubes y el calor de sol imagina tu caricia, sin necesitad de tener una excusa, sólo quererlo.
Sé que me lees desde algún sitio como sé que obtendré alguna respuestas, de los encuentros que me regalen alguno de mis sueños, cuando la impotencia no quiera llenarme de pesadillas y respiro...
Lo extraño, es que aunque sé que a esta edad envejecemos, yo siento que sigo creciendo. Y crecer sin ti, no es algo fácil. Que aquellos errores, seguirán siendo parte de este camino que no he elegido pero que al final me guiarás para poder aprender cuando me arrepienta de haberlos cometido.
Los nueve años que me separan de la tragedia, no han amortiguado mis quejas y esa bien llamada bronca que en vano me pide cansada volver atrás y cambiar la historia, se refleja en las cosas que no tienen solución como un lamento que nunca se cansará de gritar en silencio pero me enseñará a demostrar y demostrarme que la fortaleza, viene de los hijos pero también de los padres, aún cuando no estén vivos.
;-)Que llorar no siempre será malo, si de los pensamientos que reconforten el dolor mas triste, me procuren alguna sonrisa.
:-)Que si la mente mostrara tus rasgos difusos, no tengo mas que mirarme al espejo para encontrar tus recuerdos o de aquellos que he trasmitido a mi hijo porque un poco te TI, vive en él y es así donde también me inspiro del orgullo.
Nada es como lo fue en una época y nada será, lo que yo esperaba que sea porque como dice la canción de Chayanne Y extrañamente desde hace días, tengo una frase que ronda mi mente y que inevitablemente, siento escribir..."a los a recuerdos, algo desolada. Y creo que es hora de dejar partir a mi padre hacia una "vida eterna" de aquello que tan bonito se pretende..." En todos mis planes estabas Tú".
Pero no soy la única, el mundo esta lleno de ausencias, algunas solitarias que el tiempo marchita y no subsisten pero otras otorgan el valor necesario para disfrutar, lo que la vida tiene también para darnos, donde no todo es malo y donde cada día la elegimos vivir apegados a los buenos recuerdos, esos que alimentan el alma para jamás decaer. Y aunque no deja de ser prueba y las más dura de todas, será la única que nos hará re-vivir.
En estos días, de emociones entre la perdida y la vida, entre un adiós eterno a mi padre ( hace nueve años) y el nacimiento de mi hijo ( hace tres años). Pues la tristeza y la felicidad se mezclan.
Déjame partir pero no me dejes morir" Pienso que durante mucho años, me até El