Sentido en su inmensidad

Publicado el 02 diciembre 2009 por Mqdlv
Como un relámpago que decide retroceder porque la lluvia es suficiente y encuentra su momento para dejar de centellar, hasta la próxima tormenta, detengo mis brazadas en tierra y me voy al mar. Como un adolescente que salió de viaje por años y regresa a su casa en busca de ese abrazo que calme el pálpito, algo cansada de luchar en un ring sin rincón, ausente de sal, chiquita y solitaria, con sobras de manos, labios y corazón, voy hasta el mar para que me reciba, humedezca mis oídos y sin preguntas me deje, el tiempo que sea necesario, mirar al cielo desde la superficie de su horizonte y entre los dos me suelten ese secreto que existe entre la vida y la realidad.