Pinterest El primero, y aunque suene a tópico, es el de la vida sana. Hice unos análisis a finales de verano y resulta que tengo el colesterol alto(!). Vamos, que medio verano tirada en el sofá y abasteciéndome de helados y de pizza congelada me ha pasado factura. Así que, a partir de ahora, menos supplì, menos carbonara y más acelgas (pero sin huevo). Suerte que me encantan.
El siguiente, y consecuencia directa del primero, es el del ejercicio. Toca volver al gimnasio y mover el culo con más brío para compensar todas las horas que paso en la posición del loto delante del ordenador.
Otro de mis propósitos es volver a hacer yoga, por varias razones. Entre ellas, mis dolores de espalda, reforzar la actividad física antes mencionada, la preocupante rigidez que afecta a mis extremidades últimamente, mantener un cierto equilibrio mental durante este año... Además intento ganar adeptos entre mis allegados en mi cruzada pro-yoga, y convertir esta ciudad en un lugar, si no mejor, al menos más sereno.
También tengo intención de recuperar mi afición repostera (completamente abandonada durante los dos o tres últimos meses). Y amén de ponerme a hacer bizcochos y magdalenas como una loca, he decidido que este año quiero adentrarme en el fantástico mundo de las galletas. No sé qué tal casará esto con mi primer propósito. Ejem.
Tengo además una serie de buenos propósitos relacionados con el blog y otros proyectos. Pero de eso os hablaré en su momento. Ahora toca revisar y preparar entradas para que la bella vita recupere el ritmo.
¿Qué tal vuestra vuelta al mundo real?
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