Septiembre son 30 lunes seguidos. Septiembre es un poco de aquí y de allá. Es un poco de frío, un poco de calor, un mucho de ambas cosas en el mismo día. Septiembre es volver de noche con las luces de las cafeterías y de las tiendas chinas encendidas. Septiembre es “mes rojo” en croata. Septiembre es despertar. Es una parada de autobús con caras de no querer ir a trabajar. Septiembre es una tormenta corta y que avisa. Es un recuerdo, es arena fina y escondida en el fondo de la maleta, granos en una patera con asa y ruedas. Septiembre es la necesidad de la sonrisa para afrontar la cuesta, las cervezas de “hoymejorlatomamosdentro”, pero con la puerta abierta. Septiembre va rimando con diciembre. Septiembre somos un poco todos, ayer agosto, mañana octubre, metidos en la vida donde un día es un beso, el otro un adiós, aquel una sonrisa y ojalá alguno una fiesta.
Septiembre son un poco las bellas imágenes de Anna Morosini. Un poco tristes, un poco alegres. Un poco de fin de fiesta. Tranquilas, pero viniendo o yendo de algún sitio. Dejando ver, dejando ser. Recomendable de visitar su página de flickr en una tarde cualquiera de… septiembre.