Caída de Ícaro. Carlo Scareni (1607)
Será el calor? Serán los tres años de mi blog, que no dan para más? Será el nuevo trabajo? La nueva ciudad? La soledad? La nueva casa? El nuevo barrio? Lo cierto es que no puedo estar mejor que en Madrid, en el barrio de Las Letras, para inspirarme. Nada menos que en la calle de Don Leandro Fernández de Moratín, prohombre de la Patria, la Ilustración y las Letras. Exiliado y muerto en París por la intolerancia de los que hoy se muestran dueños de su nariz, superiores a todo, prohibidores de barbaries y que, en ese momento pedían a su dios y al rey felón que los librase "del vicio de pensar". Recuerdo los pensamientos provincianos que habitan en la flexible por otro lado Zaragoza, sobre Madrid y de como sus habitantes son así y la ciudad es asá. Y como yo intuía y voy verificando que no hay gente más abierta y sonriente en España entera, más acogedora, seria y divertida. Ni una palabra a lo que dicen por ahí, en la periferia, palabra que cada día me resulta más triste. Si alguien se preocupase en conocer y entender. Si algunos hablasen después tan solo de pensar.Lo cierto es que el mes que acabó ha sido el menos prolífico de siempre. Tengo temas de los que hablar. No tengo tiempo ni técnica. Me falta aliento. El calor me puede, habré volado demasiado alto, demasiado deprisa, con este calor, como Ícaro?Pienso en tablas de planchar y en cuchillos. En mudanzas, en traslados. Y llevo un mes sin tele. Será eso?