¿Será la vida una conspiración?

Hace justo media hora, que hoy día 1de enero de 2012, cuando eran poco más de las 12 de la mañana, medisponía a subir al coche para irme a casa. No había nadie en laavenida. Un joven que no llegaría a los 30 pasaba a mi altura (sólo)y sin detener su marcha me dice al vuelo: “La vida es unaconspiración”. Estas palabras resuenan en mi cabeza comoel sonido de una campanada. La frecuencia de la vibración ha sidotan alta que durante unos segundos continúa resonando en miinterior… y no pierde intensidad: -¿Qué ha dicho ese? Estaráborracho; aún no se ha acostado. Pongo el coche en marcha, hantranscurrido un par de minutos y continúa resonando. “Juan-Lorenzo,eso es sobre lo que has estado reflexionando últimamente, has estadopensando sobre ello las últimas semanas. ¡Habla con él! Pero…estará borracho como una cuba, no vas a sacar nada, perderás eltiempo.” Sin dejar de pensar en ello, enfilo hacia mi casa. Llego ala altura de la rotonda y voy a girar a la derecha… cuando lo veo aunos doscientos metros. Doy volantazo. Cuando estoy a su altura, bajola ventanilla de la derecha, se dirige hacia mí y me pregunta: -¿Vashacia Corbera? -No, no; soy de aquí, voy a casa. Pero… ¿Qué hasquerido decir con eso de que “La vida es una conspiración”?–Pues que sin querer te involucran, -me dice; yo no quiero, peroestoy harto de que me involucren en cosas que yo no quiero. Tengo elcoche “en reserva”, sino me ofrezco a llevarlo a Corbera y(¿quién sabe?) a lo mejor saco algo más, pero de momento tengobastante, en principio no importan demasiado los detalles, aunquenunca hay que despreciarlos; en cualquier momento puede salircualquier cosa. Me despido de él diciéndole: -No hagas caso, no tedejes manipular, ¡envíalos a la mierda! Y me contesta con unsimple: -“Yo siempre hago caso a lo que me dicen las personasmayores”, y se despide. Primera conspiración (la de los “amigos”).
Cuando llego a casa, mientras salgo delcoche que acabo de aparcar, otro joven (en este caso entre 35 y 40años), me dice desde la otra parte de la calle: -Feliz año. Cruzola calle y dándole la mano le devuelvo el buen deseo. Sólo loconozco un poco de vista. No sé quien es. Casi no puede articularpalabra; le miro a los ojos y veo unas pupilas tan dilatadas que elblanco de sus ojos casi no se ve. -¿Cómo te va la vida? -acierta apreguntar- ¿mucho trabajo? Reflexiono un segundo, no es cuestión deprofundizar demasiado. –Vamos tirando, le contesto. No sabe que2012 probablemente va a ser el año en que la crisis se va a cargarmi empresa de toda la vida, que estamos agonizando. Veo que ya no sepuede sacar más de la conversación, y me despido de él. Segunda“conspiración” (la de la crisis).
Cuando he despertado esta mañana,hemos estado comentando en la cama mi pareja y yo, lo difícil quenos lo están poniendo sus hijos. Hemos llegado al punto de que ellano puede siquiera nombrarme, como si no existiera. Yo le digo que nose preocupe, que tiene un corazón muy grande y que en él cabemostodos, que no pasa nada, que sólo con que me deje un huequecito,tengo bastante; que el tiempo arregla muchas cosas. Convenimos en queson muy celosos y quizá un poco inmaduros y egoístas (quieren lomejor para ella, la quieren para ellos solos)… pero es lo que hay.Somos muy distintos. Es evidente que hay una conspiración contra mí,pero así son las cosas. Dice que los va enviar a hacer gárgaras, yyo le digo que son sus hijos y no puede hacerlo; que nos mantengamosa ralentí a ver qué pasa. Tercera conspiración (la de la familia).
Manipulaciones, posiciones de poder,inmadurez, egoísmo, posesión, conspiraciones… Ahí estamos lainmensa mayoría de las personas; utilizando a unos y a otros en“nuestro beneficio”. No nos importa nada: Sólo nosotros mismos.Hoy te he hablado de la conspiraciónde “ir por casa”, la más cercana, la humana. Otro día hablaréde la “alta conspiración”, la inhumana, la de los poderes dehecho que también manipulan desde sus posiciones de poder y que comocon la “pequeña”, lo único que buscan es el beneficio propiosin pensar en si hacen daño o no, sin pensar en nada.
Dales caña a las personas cuyainmadurez les mantiene en el egoísmo y que les impide ser SeresHumanos de verdad, sin hacer daño a los demás.
Juan-Lorenzodalescana@gmail.com                                                               Más artículos sobre humanismo