Revista Literatura
Ya no guardas primaveras en las manos...
Ha quedado ésta derramada por tu espalda, como sombra niña que a avanzar se niega.
Tampoco quedan ocasos en el bolsillo.
Me guía un pensamiento roto en añiles, brújula fragante que conjura días inciertos.
Hacia él marchan mis pasos.
Dejo lágrimas de grana que te marcan mi camino. Cierro los ojos, y me descubro en ti.
Serendipia de colores mezclados al caer la tarde...
Poema compartido en el blog del pintor Andrés Rueda, junto a su bellísima obra, Rosas en los caminos.