Lo he repetido aquí mismo hasta el cansancio, sin cansarme. La simplicidad tiene mucho de genialidad. Dicen que Albert Einstein dijo que si uno no puede explicar algo de manera simple es que no lo entiende.
La capacidad de sintetizar conceptos y formas, de podarlos, de limpiarlos de lo superfluo hasta llegar al hueso duro y básico de la esencia.
Eso es de genios, más aún, si se mantiene la elegancia natural de las cosas o si se agrega un toque lúdico, una línea de humanidad.
Serge Bloch lleva años haciendo eso, impúdico e imbatible. Y para nosotros, rebaño de lo cotidiano, es como una aparición inesperada que se ríe de nuestras ínfulas.