Llevo unos días en casa pegada al sofá y, aunque gracias a Dios y a los bits existe Internet, ya no sabía qué hacer. No tanto por el reposo físico, que es moderado, sino por el reposo mental, tan necesario por otro lado.
Pero esta mañana, pensativa, mis ojos se han posado sin querer en la mini réplica del vestido de Marilyn en La tentación vive arriba que tengo en un estante, y me he acordado de las perchitas con clips que mi hizo Nacho...
Las novias y las bodas me dan subidón. Como no tengo ninguna este fin de semana, me la he buscado. ¡Y a soñar un poquito!
Esta claro que el que se aburre es porque quiere =)