Esta novela de Auslander ha vuelto a las librerías tras llevar años agotada. Para mucho es el gran descubrimiento pero para otros, nos incluimos, no estamos del todo de acuerdo con comparar al autor con Woody Allen o Roth así como así. El texto tiene momentos interesantes pero ni es desternillante ni es tan genial como nos venden en la contraportada.
Aunque el texto comienza con algunos toques de Allen y Groucho no tarda en llegar la parte más ácida del mismo que primero te hace reír y termina por hartarte. Un joven judío que vive agobiado por su religión y considera a Dios como su enemigo puede servir para algunas páginas pero cuando van cayendo los capítulos y el tema es siempre el mismo terminas por bloquearte.
Y no se trata de un mal escritor sino de que la pasión y el odio que pone al escribir, que a veces recuerda a Bukowski, sobre un tema que no nos atañe demasiado, la religión judía, sólo nos lleva a no entender demasiado o bien a pensar en nuestra infancia en un colegio de curas.
Es más que probable que esperes a un genio y el caramelo cómico del principio se te torne en un amargor insoportable que te provoque o seguir leyendo o abandonar la lectura. La literatura ha de provocar reacciones como ésta pero el verdadero escritor es el que ha redactado la contraportada. Tanto elogio hará que se vendan más libros pero tampoco se trata de engañar al personal. Recomendable.