Recuerdo que el Steven Soderberg éste hizo su peliculeja sobre el Franz Kafka cucarachero en tal año que 1991... Bueno, en realidad no, es mentira, no me acordaba de eso ni de coña, he tenido que mirarlo. Lo cierto es que hay un buen montón de cosas que mi memoria ha decidido tirar a la basura sin mi permiso. Rollo madre compulsiva: ¡Todoestofueraaaa! Por ejemplo y viniendo a cuento, no recuerdo absolutamente nada de lo que hice en 1991, y cuando digo nada quiero decir NADA, un rotundo y absoluto nada. ¿Qué hacía yo mientras Soderbergh se pagaba unas vacaciones praguenses a cuenta de este películo? ¿En qué perdí mi tiempo, 1991? ¡Responde!... No sé, si me pongo a escarbar barrunto que fue por entonces cuando me dio la fiebre de llenar las libretas de clase con dibujitos coñones de Cobi amputado. "Cobi amputado". Eso no puede ser. Eso ya en sí es una redundancia. En fin.
Bueno, he estado perdiendo el tiempo un buen rato leyendo críticas en el internete sobre esta película antes de ponerme a escribir. La gente es muy mala. Muy dura. Muy hardcore. La gente dice cosas muy chungas, como esta película es un aborto, esta película no vale el celuloide que la trajo, está película ni es Kafka ni es mierda ni es nada. O también dicen esto: Soderbergh, cabrón, sabemos dónde vives, ¡vas a ver!, ¡ésta nos la vas a pagar, vaya que sí!... Y esto: Al parecer Jeremy Irons creía que Franz Kafka se pasaba todo el día con un dildo metido en el culo... Y bueno. Lindezas por el estilo. El internete a reventar de delicadeza y saber estar, vamos. También me he topado con un sujeto que afirma que Solaris no sólo es mejor que Kafka, también es de lo mejor del pana Soderbergh, a la altura de Sexo, mentiras y VHSeses, nada menos... Ni que decir tiene que a éste último si me lo encuentro por la calle le doy tres hostias.
La cosa, el temita, es que la película sobre Kafka, el películo kafkiano por antonomasia, ya lo hizo Terry Gilliam en su momento: Brazil. Así que yo lo entiendo. Lo entiendo y hasta lo disculpo. Soderbergh dijo: no puedo superar eso. ¡¿Cómo cojones voy a superar eso?! Sencillamente no se puede. Conque el tipo fue listo y lo que hizo fue leerse todos los relatos de Kafka en una sola noche, rollo Quijote pero en modo paranoide, subrayando con boli Bic todos los pasajes que le hacían cosquillejas en la úvula, así como el que prepara un examen final a la deseperada: luego lo metió todo con calzador allí dentro y le dijo a Jeremy Irons que se pusiera gomina en el pelo y se lo repeinara patrás. Y esto es lo que salió, lo que nos dio el pana Soderbergh en 1991: Kafka, la verdad oculta, o lo que es lo mismo: Kafka juega al Cluedo.
La conclusión es que no está tan mal como dicen unos ni tan bien como digo yo, pero desde luego no es peor que Solaris, no me jodas.