Si el mundo se acaba

Publicado el 20 diciembre 2012 por Rizosa
Hace unos años escribí un post hablando de qué cosas haría si me muriese mañana, y hoy no puedo hacer más que recordarlo puesto que según los mayas es posible que el mundo implote o algo así esta noche, y mañana vete a saber qué será de todos nosotros.
El caso es que en aquel post de la Rizos del pasado me quejaba de dejarme muchas cosas pendientes y  aseguraba que mi último día en la tierra lo pasaría haciendo mil cosas, para quedarme con la sensación de plenitud que necesitaba. Pero, ¿sabéis qué? Hoy no siento que me quede nada por hacer. Es decir, no he viajado a Nueva York, sigo sin un maldito trabajo, todavía no he vivido una historia de amor de cuento de hadas ni comedia romántica y aún no he hecho nada extraordinario ni sentido que mi familia esté orgullosa de mí por mis logros, pero creo que si el mundo se acabara hoy no querría estar en ningún otro sitio ni haría nada especial que no haga el resto de los días.  
Si mañana nos vamos al carajo porque cae un meteorito yo quiero que me pille aquí, jugando al World of Goo o sentada en el sofá hecha un ovillo bajo las mantas, viendo American Horror Story con Pablo.  Si de pronto un tsunami se lleva por delante mi ciudad, me gustaría que me pillase jugando al Apalabrados con mi madre (y a poder ser, ir ganando yo) o gritándole a David por skype que no pushee tanto, que no tenemos wards.  Si un platillo volante nos lanza un misil astral y hace volar el planeta, espero que lo último que vea sea   mi cuarto, mis ovejas, mi vela morada. Que mi última cena sean perianas con Jesús. Que lo último que lea sea a Alberto escribiendo en facebook: "rápido, contestad sin pensar: ¿seguirá teniendo el Nela el hoyuelo en la barbilla cuando sea zombi, o no tendrá barbilla?".  Que el último tweet que aparezca en mi TL sea el de @CarmendMarirena diciendo que "en el fin del mundo ven y métemela profundo".  Que me llegue un whatsapp del grupo mandingas lleno de gitanasQue al mirarme al espejo al ir a lavarme los dientes piense en lo bonito que me ha dejado el pelo Boris, y no en cómo me hubiese gustado ser. Que haya una luna bonita esta noche y que desde mi ventana se vea Málaga. Que me acuerde de mirar mis ciudades en el Stronghold Kingdoms antes de irme a dormir. Que todos esos recuerdos que dicen que pasan por la mente  de las personas en los últimos segundos de existencia, en mi caso sean dulces y no los que me hicieron llorar o lo que me hubiese gustado vivir. Que este, mi último post, no sea triste ni deje un regustillo agrio en los labios.
Porque si el mundo se acaba ya, todo lo demás no importa... y si por el contrario finalmente los mayas se equivocaban, (o la razón por la que no predijeron un mañana es porque se cansaron de hacer calendarios), no nos quedará más remedio que seguir viviendo con lo que hay. Y a mí mientras me queden bombones de licor ya me basta.