Si la vida tuviera patas esto sería como una carrera sin retorno.
Si la vida tuviera cuernos, no pararíamos de darnos cabezazos contra el mismo ladrillo una y otra vez.
Si la vida tuviera dedos, nos agarraríamos al primer postor.
Si la vida fuera cosa de listos, esto estaría lleno de tontos.
y si la vida fuera cosas de tontos, entonces, y nada mas y nada menos, estamos donde debemos estar.