Podría jurar que estabas excitadamente contenta. Esperaste tanto ese momento, querías sentir la libertad. Seguro pensaste: si las aves vuelan ¿porque no yo?
Ya no tenías interés en la seguridad que da el suelo firme; no escuchaste consejos, no pensaste en riesgos. Tomaste el transporte que te elevaría al cielo. Lo que no sabías, es que estarías en la cumbre tan solo un instante.
No temiste, tampoco pensaste; estabas donde querías. Te creíste preparada, la adrenalina te enceguecía. Te lanzaste sin más, ni el poder del viento creías que te podría detener; te sentiste un águila real.
Pero algún día trataras de tirar del paracaídas; no lo encontraras. Cuando sientas el vértigo será demasiado tarde. La sensación de vacío en tu estomago te hará comprender que te equivocaste. Te aconsejo mirar hacia el horizonte, nunca hacia atrás. No me busques porque para mí, tu avión voló demasiado lejos.