Cobijados por un cielo azul, los rayos anaranjados del sol poniente pueden, en
ocasiones especiales, obsequiarnos un momento de belleza tan considerable, que nos
encontramos momentáneamente pasmados, con la mirada congelada. El esplendor del
momento nos deslumbra de tal modo que nuestras compulsivas mentes charlatanas
hacen una pausa, como para no llevarnos mentalmente a un lugar diferente del aquí y el
ahora. Bañados en luz, parece que se abre una puerta a otra realidad, siempre presente,
pero raras veces presenciada.
“Ah” podría uno suspirar, “Tan grandioso… si pudiera quedarme aquí. ¿Pero cómo
tomar residencia permanente?”
Russell E Dicarlo
Publicado por: gogolEtiquetas: Frases de reflexión, reflexiones