Le damos a los niños lo que tenemos, y lo que somos. Ahora que B todavía se alimenta solo de leche, puedo fantasear con la dieta saludable que va a tener después, pero sé que mi dieta está muy llena de carbohidratos y grasas como para que la de ella sea mucho mejor. Hay dos caminos evidentes: desterrar mis fantasías o cambiar mi forma de comer; yo creo que bastará con bajar mis expectativas por un lado, y seguir avanzando en la moderación, por el otro. De igual modo: me habría gustado que no viera televisión hasta que fuera mayor, pero a veces, la siento en mis piernas y vemos algo juntas; sin embargo, me abstengo de todo lo que tenga cosas terribles, incluso si está dormida: cuidamos sus ojos y oídos. No podemos ser sino lo que somos, pero nos hace una mejor versión de nosotros mismos.
Silvia Parque