-No tengo miedo al compromiso. A las cosas "serias". A decir algo demasiado profundo para el momento en el que estamos. A ser cursi. No tengo que estar siempre preocupada por si es demasiado temprano para hacer algo, si me estoy precipitando, si la otra persona se asustará, etc. Las situaciones se dan de forma natural y en ningún momento me siento insegura o asustada porque sé que la otra persona se encuentra en el mismo punto que yo, y me importa un carajo ser cursi o pastelosa. Como ahora mismo, escribiendo este post.
-Todas mis relaciones anteriores eran complicadas. Siempre había algo que me carcomía por dentro, a pesar de estar bien y sentir que quería a la otra persona. Pero en cada una de ellas había un PERO, un "ay, esto me preocupa", algo que se escapaba a mi control y que tenía difícil solución. Ese algo, al final, acaba con todo. Por mucho que nos esforcemos por continuar, por superarlo, por ignorarlo. Si una relación empieza con peros, acaba con peros muy gordos.Mi relación actual es fácil, sencilla y para toda la familia. No hay preocupaciones, nada oscuro detrás, me proporciona paz en lugar de estresarme. Todo fluye de manera natural sin tener que hacer grandes esfuerzos, sin tener que estar luchando continuamente para que funcione.
-Discutir continuamente NO ES LO NORMAL. Que sí, que estoy harta de escuchar que en una relación es normal discutir, que hay que desconfiar de las parejas que no discuten porque eso significa que no hay comunicación, blabla. Pero es que no hay que mezclar tocino con la velocidad: comunicarse y tener opiniones diferentes no significa discutir, faltarse al respeto o gritar. No hay que olvidar que la persona que tenemos delante nos quiere, que la queremos, y siempre que eso se tenga presente será difícil hacerse daño con reproches innecesarios o discusiones estúpidas.
-Si cuando piensas en el futuro y haces planes y sueñas con viajes y aventuras, no te ves realizándolos con tu pareja por el motivo que sea, (porque crees que sería aburrido, porque no va a comprender tu entusiasmo, porque no comparte tu sentido del humor, porque con tus colegas te lo pasas mejor) CHUNGO. Ahora no me imagino compartiendo mis aventuras con nadie más, porque mi pareja es mi mejor amigo.
-Si alguien te hace sentirte inseguro en lugar del rey del mundo, ese alguien no es LA PERSONA. Si crees que eres posesivo y te lo repiten constantemente; si te reprochan mil errores continuamente; si de pronto tienes miedos que nunca jamás habías tenido... quizá el problema no seas tú. Una pareja tiene que hacerte sentir bien, especial, seguro, querido, y no todo lo contrario.
-Con Juanjo siento que soy mejor persona. Saca lo mejor de mí en vez de convertirme en Shrek, como la mayoría de las personas con las que he estado antes.
-Si te vuelves apático y dejas de preocuparte por los detalles y empiezas a descuidarte a ti y a tu pareja, quizá es que la relación no va por donde tiene que ir. Hay que cuidar las relaciones y hacer que crezcan sanas como las violetas, pero si no te apetece ni encuentras ganas por ningún sitio, es mejor no forzar.
-Me siento libre. Tengo la sensación de que cualquier cosa que quisiera hacer sería respetada por mi pareja. Que si alguna vez hiciera algo chungo y me equivocara, al menos estaría dispuesto a escucharme y tratar de comprenderme. Y, a pesar de todo eso, no quiero hacer nada diferente ni estar en ningún otro sitio.
Style.
-No me siento madre. No tengo la obligación de "tirar" de nadie, sino que ambos nos acompañamos. No es un caso más del yo quiero, la otra persona se deja querer.
-Si no admiras a tu pareja ni tu pareja te admira, mal. Lo normal es sentir orgullo por tener a tu lado a esa persona tan especial. Y es que el amor, al final, es un poquito de eso también: es la versión adulta de sentir que sales con el cantante de los Backstreet Boys.
-Y por último, la señal más evidente de que esto mola de verdad: los dos hacemos el pavo con el mismo estilo.