Sin agua en Coatzacoalcos

Publicado el 20 diciembre 2014 por Dukespeaks

Somos de la alta, de la parte alta de Coatzacoalcos y no tenemos agua. #yuribia #YaSuperenlo

- Duke Speaks (@duke_speaks) diciembre 20, 2014

Desde que los ejidatarios de Tatahuicapan taponaron con cemento la presa Yuribia (cuyo nombre correcto debía ser Yuridia, como la hija del ingeniero encargado del proyecto), el día 4 de diciembre de 2014, no tenemos agua en Coatzacoalcos y su zona connurbada (Minatitlán y Cosoleacaque, de hecho los vecinos de Canticas quieren tener prioridad sobre esos pozos que también abastecen de agua al sufrido Puerto México). El año pasado me pasé una noche entera llenando un tanque de 1100 Lt, arriesgándome a que me pegaran un tiro los delincuentes de toda laya que asuelan la ciudad.
Nos vamos a enfermar de algo, Joaquín. Es neta, nada más imagínate cómo se estarán vendiendo esas comidas preparadas con agua que definitivamente no es potable.
El cacicazgo de Carlos Brito Gómez y Ramón Hernández Toledo ha rendido sus frutos: mientras baja el precio de la mezcla mexicana de petróleo por debajo de los 50 USD, no tenemos agua en otrora emporio petroquímico de latinoamérica. ¿Dónde quedó el dinero? Imagino que en las casas de Florida, cuando no en el estúpido carnaval, que ya dejó de ser la fiesta del pueblo para convertirse en una vitrina donde lo mismo se ofrece la carne -no siempre fresca- de las putitas del duopolio televisivo que los miles de litros de alcohol a nuestra extraviada juventud.
¿En dónde está el agua de los pozos de que habla el alcalde porteño? ¿Habrá que buscarlos en su imaginación?
Anoche me acordé de M., pues la locutora Diana Gómez habló de la hilarante novela de Vicente Leñero, La gota de agua, que narra el viacrucis de un padre distritofederalence para llevar agua a su familia frente a la indolencia y promesas huecas de la burocracia (¿Me estás oyendo, Joaquín?). Hay una parte en la que se menciona la palabra "grifo". Y es que a M. le pregunté una vez el significado de das Wasserhahn, precisamente. Me contestó algo cortante, pues la futura ingeniera industrial es una chica lista (y guapa).